No más de un centenar de personas han arropado este 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Virgen María, a la cofradía de la Virgen de la Salud del Convento de San Clemente, una cita con la tradición que languidece. Aunque esta imagen ... procesiona siempre en febrero con motivo de la Candelaria, cada 8 de septiembre recorre los metros que separan el convento de la plaza de San Román donde se le rezó una salve para regresar a la iglesia donde se celebró la eucaristía. Eso sí, si el 8 de septiembre cae en domingo, la Virgen procesiona, como en febrero, por su feligresía.
La Virgen de la Salud de San Clemente lucía para esta ocasión un terno de brocado en sedas de colores y la corona labrada en 1821 donación de un hermano tal y como consta en el archivo de la cofradía. Además, la imagen procesionó con su tradicional ráfaga de orfebrería flanqueada por cuatro ángeles a la que hace unas décadas se le instalaron bombillas de luz eléctrica que lucieron durante la misa.
Sobre estas líneas, diferentes momentos de la pequeña procesión de la Virgen de la Salud de San Clemente H. FRAILE
Los cofrades portaron la Virgen a hombros en unas andas con una rica peana también de orfebrería en plata y matices dorados. En el frontal de la misma aún quedan vestigios de la procedencia de esta imagen mariana. En la cartela que se ubica en esta cara se pueden apreciar las iniciales entrelazadas V. S. R., Virgen de San Román, el templo vecino al convento en el que se rendía culto a esta imagen, que conserva intacta la esencia de las glorias de Toledo.
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