Próxima parada, ¿un acuerdo?

En el argot del sector, y así figura en el convenio colectivo, el «toma y deje» es el tiempo de presencia necesario para empezar o terminar la jornada en el que no se desarrollan servicios de conducción propiamente dichos, como revisar componentes de seguridad, dejar el vehículo donde la empresa ha designado o recoger herramientas, según informó CCOO en una nota de prensa.

Cuando Monbus asumió en mayo de 2018 la contrata del transporte urbano de Talavera, tomó una decisión: añadió al tiempo de «toma y deje» de los conductores de los autobuses, cifrado en 15 minutos, la obligación de atender a la máquina automática de lavado de los vehículos adquirida por esta empresa. De esa manera se ahorraba costes externos, la de ocuparse del repostaje «ad-blue» y la de recoger y custodiar la recaudación del día, que deben llevarse a su casa.

Con las nuevas tareas, que Monbus «impuso sin negociación» según el sindicato, el tiempo de «toma y deje» se ha prolongado «sin que la empresa retribuya ni cotice por ese exceso de jornada».

«Monbus ha venido a asumir que efectivamente hay un aumento del tiempo de ‘toma y deje’, aunque discrepa de las mediciones aportadas por los trabajadores y por CCOO», indicó el secretario general de la Federación de Servicios al Ciudadano (FSC) de CCOO en Toledo, Enrique Clavero, tras el acto de mediación.

Por ello, ambas partes han aceptado realizar mediciones conjuntas durante 11 días consecutivos, y volver el 17 de enero al Jurado Arbitral para tratar de llegar a un acuerdo sobre la cuantía de la retribución que deberían percibir los conductores en función del incremento del tiempo de «toma y deje» que se constate. Con ello se evitaría la huelga.

Desde el Ayuntamiento, desean que las partes «se pongan de acuerdo; que esa mediación que hay convocada llegue a buen término por el bien de todos», dijo Bellón. «Si no hay huelga, la ciudadanía se verá beneficiada; hay vecinos de Talavera de la Reina que cogen el autobús todos los días», añadió.