«El relevo generacional es un problema que preocupa bastante a las cofradías»

-¿Se considera usted muy capillita (aquella que vive con entusiasmo las actividades organizadas por las cofradías religiosas a lo largo del año y participa en ellas)?

-Sí. Lo vivo con mucho entusiasmo durante todo el año e intento participar en todo.

-¿Cambiaría algo de la Semana Santa toledana?

-Debe seguir teniendo la misma base que ha tenido hasta ahora. Si está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, por algo será. Mantiene una tradición y una forma de ser que es la que tiene que continuar, por lo que el grueso hay que seguir potenciándolo. Yo creo que más que cambiar lo que habría que hacer es dar una vuelta de tuerca a cosas que se podrían hacer de otra manera y que mejorarían lo que ya tenemos.

-Por ejemplo...

-Introduciendo un poco más de formación, como es un ciclo de conferencias. El año pasado, se introdujo un ciclo de Música Sacra y una aplicación para consultar el desarrollo de las procesiones, pues este año le vamos a dar una vuelta más para que las procesiones se puedan geolocalizar y seguir en tiempo real.

-¿Cuáles son sus rincones favoritos en Semana Santa? ¿Aquéllos donde se le ponen los pelos de punta?

-La catedral es una maravilla. Pero me gustan todos, desde la catedral hasta el último rinconcito de los cobertizos. Cada procesión tiene su encanto y su manera de celebrar y su peculiaridad. Por ejemplo, el encuentro del Cristo del Amor con el Cristo de los Ángeles, el paso tan acogedor por los cobertizos, la procesión del Cautivo por la afluencia de público que reúne, el de la Humildad por su estilo andaluz... Hay tanta variedad que no me sabría quedar con uno.

- Y hablando de Andalucía, ¿qué condiciones se deberían dar para que usted dejara la Semana Santa de Toledo por la de Sevilla?

-Me gusta la de Toledo, me gusta la que vivo. Yo no la cambiaría por ninguna otra. Imagino que un cofrade de Sevilla diría lo mismo de la suya. Cada Semana Santa tiene un encanto especial. La sevillana es más popular; en cambio, la toledana es de mayor tradición, austeridad, recogimiento, oración... Cada ciudad tiene su forma de manifestar su fe y cada uno lo hace de la manera que entiende, puede y sabe. Yo me quedo con la mía.

-China es la ciudad con menos creyentes del mundo y, curiosamente, Toledo es uno de los principales destinos turísticos para ellos. ¿Cómo convencería a un ciudadano chino para que visitara la Semana Santa toledana?

-Muchas veces la atracción está en el turismo. Hay que atraerles con la ciudad que tenemos, Patrimonio de la Humanidad, y una vez que esté aquí quizá le llame la atención lo que celebramos. Le resultará curioso la procesión y cómo manifestamos la fe. Posteriormente, le haría entender que eso que ha visto tiene un significado y un por qué; y, a través de eso, le llevaría a que conociera a Dios y lo que significa para nosotros, los creyentes.

-¿Los feligreses encontrarán alguna novedad esta Semana Santa?

-Hay algún cambio de recorrido de alguna hermandad, pero es muy puntual y se podrá consultar en la aplicación. Sin embargo, cambios significativos no habrá ninguno. Lo único, como le comentaba antes, será la aplicación que permitirá localizar las procesiones en tiempo real. Además, este año apostaremos por las conferencias de formación con una sobre la Sábana Santa y otra sobre manuscritos del Mar Muerto. También habrá un par de jornadas con invidentes de la ONCE para hacerles sentir la Semana Santa.

- Como profesor que es, ¿intuye que hay relevo generacional en las aulas?

-El relevo generacional es una preocupación que tienen todas la cofradías. Las personas nos vamos haciendo mayores y sí es cierto que, últimamente, a los jovenes no les llama tanto la atención el tema religioso. Para ellos la fiesta no es ésta. Afortunadamente, no son todos los jóvenes así, gracias a Dios. pero la juventurd va tomando un camino diferente al que es el propio de la Iglesia.

Para cambiar esto hay trabajar mucho. Hay que atraer a los jóvenes, haciéndoles atractivo el tema religioso: desde participar en una cofradia hasta cómo se vive la fe. Ver qué hace una cofradía no solo como hermandad, sino también desde el punto de vista de la caridad. Todo esto hay que trabajarlo porque los jóvenes no tienen tanta intención de vivir la fe como tradicionalmete se hacía en las hermandades. El relevo es un problema que preocupa bastante a las cofradías. Falta gente joven.

-Ana Pérez, la anterior presidenta. decía: «Se necesitan cofrades que se sientan cofrades los 365 días». ¿Usted también echa de menos esa falta de vocación?

-Sí, totalmente de acuerdo. El cofrade debe ser cofrade a tiempo completo todo el año. Es decir, un cofrade no es quien saca a un cristo o a una virgen el día de la procesión y ya me despido hasta el próximo año. Ser cofrade significa tener implicación, seguir haciendo hermandad y, para eso, hay que ser cofrade los 365 días del año.