Pierde un ojo uno de los dos jóvenes implicados en una reyerta en Fuensalida

Tiene 21 años y se pegó con otro joven, de 23, con el que mantiene un enfrentamiento desde hace tiempo. La refriega ocurrió en la plaza del Generalísimo sobre las seis de la mañana. Allí, el de mayor edad blandió la navaja, de unos ocho centímetros de hoja, que acabó clavando a la altura de la sien del otro veinteañero. Éste, practicante kickboxing, se defendió con patadas y puñetazos, según las fuentes consultadas por ABC, y provocó a su oponente un traumatismo craneoencefálico severo.

Los dos implicados, viejos conocidos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, fueron trasladados primeramente al centro de salud de este pueblo, a 650 metros de la plaza del Generalísimo, y allí se espero la llegada de vehículos medicalizados para evacuarlos a hospitales.

Miembros de conocidos clanes gitanos, numerosos familiares de ambos se congregaron alrededor del centro de salud y hubo intentos de linchamiento hacia los heridos, aunque nadie logró entrar en las instalaciones. Por eso los seis agentes de la Policía Local movilizados pidieron ayuda a la Guardia Civil, que no tenía patrulla en este pueblo de 12.000 habitantes, donde se había celebrado la noche de san Juan. A raíz del aviso, el instituto armado envió numerosos agentes, lo que evitó que los altercados llegasen a mayores.

El de menor edad, muy grave, fue evacuado al hospital madrileño 12 de Octubre en una UVI escoltada por la Guardia Civil. Pero su adversario, que había sido llevado al centro de salud por la Policía local, fue derivado al Hospital Universitario de Toledo por seguridad. Sin embargo, poco después se pidió el alta voluntaria para ser trasladado por sus familiares a un hospital madrileño «por miedo a represalias», afirman a ABC fuentes consultadas.

Por todo ello, las fuerzas y cuerpos de seguridad hablan de probables venganzas a partir de ahora, sobre todo después de que uno de los heridos haya perdido un ojo, y por cuya mejoría, la de ambos, pidió un sacerdote en Fuensalida durante la procesión por la festividad de san Juan.

El de 23 años es conocido en varios pueblos de la provincia y en la ciudad de Toledo, donde en marzo estuvo implicado en unos destrozos dentro de una discoteca del casco histórico, según informan a ABC. Con una persona herida por un botellazo en la cabeza y otros dos heridos leves, la violencia empleada en el altercado quedó recogida en un vídeo que se hizo viral.