Reducen a un hombre de 32 años después de seis horas atrincherado en un piso de Fuensalida

Según vecinos del inmueble, desde hace unas dos semanas el hombre venía causando problemas de ruidos, principalmente por el alto volumen de la música que escuchaba, reguetón y electrónica principalmente. Además, se le veía hablando solo por la calle.

Sobre las doce y media de la mañana, el hombre se protegió en el piso con una carabina de aire comprimido, que utilizó para disparar a los peatones. Numerosos agentes de la Guardia Civil acudieron al aviso. Entre ellos, había efectivos embozados de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y también de la Policía Judicial de la comandancia de Toledo, con su responsable -un experimentado capitán- al frente. Uno de ellos hizo además de negociador para que el hombre depusiera su actitud, mientras la Policía local acudía con un escudo de protección y acordonaba la zona.

Algunos vecinos creyeron que la presencia de un helicóptero del Sescam tenía que ver con ese episodio. Ni mucho menos. La aeronave había acudido sobre el mediodía para el posible traslado de un menor que se había hecho una fractura abierta en un pie.

En torno a las cuatro de la tarde, dos guardias civiles de la Usecic usaron el brazo de un camión del Consorcio de Bomberos de Toledo para acceder al edificio abandonado que hay justo enfrente, en la otra acera. Entraron por un balcón de la tercera planta para controlar los movimientos del individuo. Luego, con el sujeto ya reducido, los bomberos tuvieron que cortar con una radial unas lamas metálicas para que los agentes salieran del bloque por la planta baja, ya que el camión se había tenido que marchar.

El negociador no logró que depusiera su actitud. Por eso, con una orden judicial de entrada y registro, la Guardia Civil logró reducir al hombre sobre las seis y cuarto. Salió de su edificio sobre una camilla, aparentemente tranquilo y después de ser atendido por sanitarios. Introducido en una ambulancia de soporte vital básico (SVB), fue trasladado al Hospital Universitario de Toledo y escoltado por agentes de la Usecic.

Algunos vecinos recordaban un episodio parecido que ocurrió hace once años, en julio de 2011. Un hombre perturbado, de 31 años, acabó detenido después de herir levemente a dos agentes de la Guardia Civil, un policía nacional y otro local. Les disparó flechas con un arco y con una carabina de aire comprimido. Al policía local lo hirió en una mano con una flecha y en la cara con el otro arma. También resultó herido un capitán de la Guardia Civil y otro agente del cuerpo precisó dos puntos de sutura después de extraerle el balín. Un policía nacional de paisano también fue herido.