Pablito, el bebé toledano nacido para la música

«Yo la música la he mamado. Todos los viernes, mi madre nos ponía a grabar canciones con el radio cassette, y ha compuesto canciones para nosotras que hoy en día yo sigo cantando para mi hijo Pablito», cuenta Carmen.

El altísimo padre de este precioso niño fue jugador de baloncesto profesional, jugó en el Real Madrid y también en la Selección Española sub-21, pero a los 20 años se lesionó y con esa frustración de tener que estar parado, sin entrenar, se enganchó a una vieja guitarra de su madre «y aprendió todo lo que sabe» de forma autodidacta, cuenta su mujer. Con su voz varonil y bien modulada, Alberto -«me encanta su voz de radio» -dice Carmen-, empezó a cantar y a formarse, estudió canto y guitarra y creó su propio canal de youtube.

«Cuando nos conocimos, ya de novios, una de las primeras cosas que nos conectó fue la música, claro, y decidimos que teníamos que grabar algo juntos; fue como nuestra herramienta para ligar, tanto de uno como de otro, y quedábamos para cantar, en tu casa o en la mía, pero con guitarras». La música les ha unido mucho y ella, en la boda, le cantó por sorpresa la canción 'Un segundo', de Hakuna.

Aunque ahora lo tenga en pausa por su reciente maternidad, Carmen se ha subido a los escenarios con un grupo que fusiona rock y jazz y «de vez en cuando hago algún bolo con ellos», además de pertenecer desde hace un año al Coro Laraland, que es más profesional y con el que actúa en bodas y otros eventos. También perteneció al coro del colegio John Henry Newman, que ha ganado diversos galardones en la Comunidad de Madrid, donde vive Carmen con su marido y el pequeño Pablo, pero sin olvidar su ciudad natal, Toledo, a la que vuelven constantemente.

El bebé comenzó a escuchar el sonido de la música cuando estaba en el vientre materno. «Me quedo embarazada y yo canto embarazada; una enfermera me dijo que le cantara todos los días la misma canción cuando me metiera en la ducha. Y lo he hecho. Ahora, cuando ha nacido, le canto la misma canción y algo cambia en su mirada, le calma, está tranquilito, abre los ojitos escuchándome. Este niño ha escuchado música desde dentro de la tripa cuando su padre y yo nos poníamos a cantar, y ahora que está fuera sigue escuchando lo mismo. El otro día decidí grabarlo y se notan todos los beneficios que tiene la música. Queremos educarle en esta especie de segundo idioma, que ya veremos si le gusta o no, aunque yo creo que en una familia tan musical algo le caerá. Y a ver Pablito qué instrumento elige de mayor, o si canta; le apuntaremos a clases extraescolares y él decidirá cuando sea mayor». Ahora, la madre ha grabado un vídeo donde se ve al niño durmiendo placidamente sobre la guitarra que toca su padre, mientras Carmen y Alberto, con sus bellas voces, cantan 'Can't Help Falling in Love', de Elvis Presley.