Oro y seda conforman un traje de berberisca del XIX en el Sefardí de Toledo, «símbolo» femenino de la cultura judía

La Sala de Oración de este enclave museístico ha sido el escenario para la puesta largo de esta pieza, que ha sido descrita por Raquel Lozano, miembro del equipo técnico del museo, junto a la directora, Carmen Álvarez y al presidente de asociación, Juan Ignacio de Mesa, que ha sido protagonista además de un acto de agradecimiento.

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La boda sefardí, con una duración de siete días, es uno de los puntos claves que sirven para explicar los detalles de la pieza, que se sitúa exactamente «en el día previo a la boda», el del juramento. Se trata de un regalo del padre a la novia y que puede utilizarse durante toda la vida de casada.

Tal y como ha explicado Lozano, tiene una triple finalidad: práctica, de protección y estética. El uso del traje de berberisca se mantiene en la actualidad y representa «la religión, el simbolismo, la mezcla de culturas o la conservación».

Esta pieza, que pertenecía a una familia sefardí de origen marroquí, actualmente afincada en Barcelona, habría pasado de generación en generación entre las mujeres de la familia remontándose a finales del siglo XIX o inicios del siglo XX.

Se compone de una falda (zeltita), una chaqueta (gombaiz), un pectoral (ktef), mangas (kmam), un cinturón (hzam), una diadema(sfifa) y los zapatos.

Aunque en el museo ya se conservan otros trajes de este tipo, este conjunto es especial porque está completo, destacando las mangas de tul con aplicaciones de pasamanería que suelen desaparecer por el uso continuado de la prenda en sucesivas generaciones.

Según ha señalado la directora, se trata de un adquisición que marca un «hito» en el museo, porque no disponía de una pieza de estas características en «todo el conjunto», y la idea futura es que sea expuesto en la sacristía de los novios sefardíes.

Como parte del acto de exhibición del traje de berberisca, se ha celebrado un homenaje la figura de Juan Ignacio de Mesa como presidente de la Asociación de Amigos del Museo Sefardí, así como por su papel como «alto representante de la ciudad», ya que fue el primer alcalde de la democracia en la capital.

«Muchas gracias por tu tesón, tu empuje, inteligencia, maestría y sabiduría, que nos puede seguir ayudando muchos años», ha ensalzado la directora del Museo Sefardí.

En este punto, Carmen Álvarez ha querido pedir a la ciudad que se reconozca la figura de la Asociación de Amigos del Museo, así como el papel de otras asociaciones que trabajan en este ámbito cultural.

Por su parte, De Mesa ha agradecido este gesto, destacando que el traje marca la línea continuista iniciada por la asociación que representa, a cuyos orígenes se ha remontando, relatando que no fueron fáciles cuando «hablar del mundo judío estaba vetado».

En su intervención, y en un contexto actual de «radicalismo», ha apelado a buscar puntos de encuentro, y «aunque tengamos idealizado que Toledo fue una ciudad de convivencia», que esta idealización lleve a seguir manteniéndola, ha reclamado.

De su lado, la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, ha ensalzado el papel de Ignacio de Mesa en el plano cultural, empresarial y de «buen hacer» por la ciudad, por estar «siempre al pie del cañón» y por ser de utilidad a Toledo siempre que está en su mano.

La concejala de Cultura, Ana Pérez, en la misma línea, ha querido destacar su labor representando a una asociación que trabaja en favor de las instituciones, una tarea imprescindible para la sociedad y para la consolidación del sistema cultural y turístico de Toledo.