Fallece en Palencia a los 98 años el sacerdote Germán García Ferreras, muy querido en Toledo en los años 60 y 70

En Toledo fue muy conocido y respetado, ya que colaboró en múltiples obras de carácter humanitario y juvenil. Los domingos, cuando oficiaba la misa principal, se retransmitía por la radio para los enfermos. En el convento de los carmelitas fundó un club juvenil donde, en la televisión, podíamos ver los partidos de fútbol y los primeros éxitos del inolvidable Manolo Santana. Por supuesto, en aquella época la tele era en blanco y negro.

García Ferreras realizaba campañas de recogida de plástico y vidrio para, con el dinero obtenido, ofrecérselo a los más desfavorecidos. Sus homilías eran muy cortas y directas; más de una vez pensábamos que la Policía podía estar escuchándolo.

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F. F.

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De Toledo se marchó a Almodóvar del Campo (Ciudad Real) y, posteriormente, a Segovia. Pasó a ser sacerdote diocesano y se trasladó a Palencia para cuidar a una hermana enferma, compaginándolo con sus tareas pastorales. Fue delegado de la Pastoral Penitenciaria y de la Pastoral de la Carretera, durmiendo en numerosas ocasiones junto a presos y también con los conductores.

Durante dos décadas fue directivo de la Hermandad de Donantes de Sangre, catorce de ellas como presidente, y colaboró en medios como la SER y el Diario Palentino. También escribió más de una docena de libros, casi todos relacionados con Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

Su salud se deterioró en los últimos años, permaneciendo en una silla de ruedas, y ha fallecido en una residencia de mayores. Ayer, fiesta de Santa Teresa, se cumplían 75 años desde su ordenación sacerdotal. Era una máquina de actividad, recorriendo miles y miles de kilómetros, siempre dispuesto a acudir donde sus amigos le requerían desde distintos puntos del país o para impartir charlas y conferencias.

A él debo mi vocación periodística. También fue quien me casó hace medio siglo. Descanse en paz. Un abrazo para sus sobrinos Sari y Alfonso, sus familiares más directos, que en sus últimos años le acompañaron con cariño y dedicación.