Con «la frente marchita y las nieves del tiempo plateando su sien», como diría Carlos Gardel, y con cientos de conciertos a sus espaldas, Los Secretos desembarcaron en Toledo con un repertorio que viajó de lo clásico a lo más reciente. No faltaron himnos como 'Pero a tu lado' o 'La calle del olvido', junto a composiciones más actuales que el público ya ha hecho suyas. Hubo espacio también para más recuerdos, con la versión de 'Por el bulevar de los sueños rotos' en homenaje a Joaquín Sabina: 'Nada más' del mítico grupo 'Mamá' y un guiño a Rick Davies, líder de Supertramp, fallecido hace unos días.
El inconfundible sonido de la banda volvió a brillar con las guitarras de Álvaro Urquijo, Ramón Arroyo y Txetxu Altube, el bajo de Juanjo Ramos, el piano de Jesús Redondo y la batería de Santi Fernández. Una noche veraniega, casi otoñal, en la que hasta la fina lluvia que sorprendió a mitad del concierto para refrescar el ambiente se convirtió en cómplice de la velada.
El cierre fue una auténtica explosión de energía: 'Sobre un vidrio mojado' y 'Déjame' pusieron al público en pie y desataron la euforia. «El secreto de Los Secretos es su público», sentenció Álvaro Urquijo, líder de la banda y hermano del gran Enrique Urquijo, en una noche especial para todos los que alguna vez creímos que era posible un mundo mejor.
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