Picasso se encuentra 'cara a cara' con El Greco en su museo de Toledo

Picasso admiraba al Greco, y es de sobra conocido que el pintor cretense influyó en la obra de grandes pintores españoles. Así que la llegada desde este miércoles de dos lienzos del malagueño a Toledo, que componen la exposición «Picasso visita al Greco» , se ha convertido en una 'buena noticia' y en un reclamo más para la oferta cultural de la capital regional.

El artista malagueño ha llegado al Museo del Greco de Toledo «la casa del cretense» para enseñar dos de sus obras referentes: «Mujer con sombrero sentada en un sillón» y «Venus y el amor» , en un museo que habría sido referente, igual que lo fue el Prado, si hubiera existido cuando Pablo Picasso comenzó a pintar.

Esta cesión ha sido posible gracias al intercambio institucional con el Kunstmuseum Basel de Suiza que ha hecho posible que hasta el 25 de septiembre estén expuestos en el Museo del Greco, dos obras de Picasso que estuvieron por última en España en 2015, en el Museo del Prado, según ha explicado este miércoles durante la presentación de los cuadros la directora del Museo de El Greco, Rosa Becerril.

En contraprestación, el Museo del Greco ha prestado ‘San Juan’, ‘San Bartolomé’ y ‘San Simón’, tres pinturas del Apostolado del Greco que formarán parte de la exposición ‘Picasso-El Greco’, que se podrá visitar del 11 de junio al 25 de septiembre en el museo suizo.

En cuanto a la ubicación de ‘Venus y el amor’ ha quedado instalado en la biblioteca, frente al ‘San Bernardino’ del Greco que es una obra característica de su producción final; y ‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’ está en la sala del Apostolado, al lado de ‘Las lágrimas de San Pedro’ del Greco con el que coincide en composición y colores.

‘Mujer con sombrero sentada en un sillón’ (1941-1942) es un óleo sobre lienzo que remite al clásico retrato de tres cuartos del arte español, pero transforma y deforma los elementos formales del cuerpo y del rostro dividido en dos partes bien diferenciadas. La musa es la fotógrafa y artista francesa Dora Maar (1907-1997), con quien Picasso tuvo una historia de amor durante casi diez años, coincidentes con un turbulento periodo a nivel político social .

‘Venus y el amor’ (1967) es un óleo sobre lienzo que representa un tema mitológico clásico, y su estilo se caracteriza por pinceladas rápidas, grandes e impulsivas. Es la etapa final, los últimos años del artista que, desde 1961, vivía en el sur de Francia con su esposa Jacqueline Roque (1927-1986).

En esta etapa Picasso realiza versiones de obras maestras, con un arriesgado diálogo con los grandes artistas. El genio malagueño se inspiró en la 'Venus del espejo' de Tiziano, pero también en el trazo veloz y cada vez más suelto, como inacabado, de las últimas obras del Greco.

Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Isaac Sastre de Diego, ha reconocido en este acto que Picasso se fijó en un pintor que en aquel momento (finales del siglo XIX y comienzos del XX) empezaba a ser redescubierto, El Greco, quien 300 años antes «también había decido no seguir las normas», ha recordado.

Y ha señalado que es un día «muy feliz» para la Cultura y para Toledo porque «nos encontramos» con dos genios, más concretamente «un genio, Picasso, que viene a visitar a otro genio a su casa, a Toledo».

La directora del Museo El Greco, Rosa Becerril ha finalizado la presentación citando las palabras que Pablo Picasso escribió en 1898: «Greco, Velázquez, inspirarme», para resaltar la importante que estos artistas representaron en la trayectoria como creador.

Al acto de presentación han acudido, entre otros, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, la subdirectora general de Museos Estatales, Mercedes Roldán, el concejal de Cultural, Teo García, y el director del Museo de Santa Cruz, Antonio Dávila.