La confesión del asesino de Mocejón se realizó sin asistencia letrada

No obstante, la detención se produjo el lunes. Esa mañana, efectivos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo llegaron a casa del padre del principal sospechoso, Juan Francisco, y lo arrestaron sobre las tres de la tarde.

«Es una grave irregularidad. Además, antes de tomarle declaración debería ser examinado por el médico forense», señala el abogado Javier Gallego y Sánchez Rollón. Según explica, «toda declaración de investigado debe ir precedida de la lectura, o recordatorio en su caso, de los derechos que le asisten en su condición; en concreto, del derecho a guardar silencio, a no contestar a alguna o algunas de las preguntas que se le dirijan, a no declarar contra sí mismo y a no declararse culpable».

Asimismo, durante la declaración el sospechoso debe «estar asistido por un abogado, que en el caso de que no hubiere sido designado por el investigado le será nombrado de oficio. Y en la primera declaración será informado de los hechos que se le atribuyen y le serán mostrados cuantos objetos hayan sido recogidos en relación con el delito», aclara Gallego. Este letrado recuerda lo que se indica en la ley: «La asistencia de un abogado debe ser de forma inmediata».

El pequeño Mateo, de 11 años, fue enterrado este miércoles a menos de 100 metros de la casa donde se ocultó su presunto asesino.

La autopsia terminó este martes y el cuerpo del menor fue entregado a la familia, que decidió abrir una capilla ardiente hasta la madrugada de este miércoles.

Sobre las once y cuarto de esta mañana, el cortejo fúnebre del niño se dirigió del tanatorio del cementerio de Toledo a Mocejón, a 15 kilómetros. Hubo una misa en la iglesia parroquial de San Esteban Protomártir y luego fue enterrado en el cementerio de este pueblo de unos 5.000 habitantes.