Paco Núñez: «Page está haciendo lo imposible por que yo no sea candidato a la Junta»

-¿Y qué le cuentan los ciudadanos de cómo está la región, de cómo lo hace Emiliano García-Page?

-Ahora mismo hay un hartazgo brutal con el PSOE, eso es un denominador común. Me he recorrido la región este verano de punta a punta y he podido comprobarlo. La forma de hacer política de Sánchez y Page no representa para nada a Castilla La Mancha.

-¿Por qué los une? Se supone que cada uno de ellos hace una política diferente.

—Porque son socialistas los dos. Y por lo tanto aplican políticas socialistas.

—Hay muchos que los diferencian por la manera de ser y gestionar de cada uno.

-Hay muchos que los diferencian por la manera dr ser y gestionar de cada uno.

—Page sube impuestos y pone uno en la segunda vivienda, y Sánchez sube impuestos en la luz. Por ejemplo, Page quiere armonizar los impuestos para subir el impuesto de sucesiones a toda España, y Sánchez dice que quiere armonizar los impuestos para llegar a un pacto con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Sánchez pacta con ERC y con Bildu y Page rechaza en las Cortes regionales ir en contra de ERC y Bildu en los pactos con el PSOE.

-La rebaja fiscal es un mensaje ‘bandera’ suyo desde que es presidente del PP de Castilla-La Mancha.

—Porque es una realidad. La rebaja fiscal fue al pleno de las Cortes hace dos semanas y Page votó que no. Votó en contra de bajar 7 puntos de media el IRPF a los castellano-manchegos, a eliminar el impuesto a la compraventa de suelo industrial cuando una pyme o un autónomo quieren adquirirlo. Votó que no a bajar a la mitad el impuesto de transmisiones, a bonificar la natalidad, a que se pueda tener una ayuda por el nacimiento de un hijo, por una escuela infantil, por una persona que cuide de tus hijos… Mientras que apliquen políticas socialistas, los dos son socialistas, y la región está harta de ellos. Hay una sensación generalizada de que Page ya está cansado y aburrido de Castilla La Mancha. Por eso, todo el día anda buscando titulares nacionales.

-Son habituales las divergencias de Page con Pedro Sánchez y se enfrenta con él en algunos temas.

—Cuando dice que contradice la política nacional, luego no vota en el pleno de las Cortes en consonancia. Porque yo le he preguntado si está en contra de los indultos y le he pedido que lo vote y se ha negado a rechazar los indultos. O se ha negado a pedir al gobierno de Sánchez que baje el precio de la luz. Puede dar muchos titulares nacionales, pero cuando hay que votar en las Cortes autonómicas vota radicalmente distinto de lo que dice.

-Ya se ha convocado el pleno del Debate del Estado de la Región para los días 6 y 7 de octubre. ¿Qué cree usted que puede ofrecer el presidente Page a los castellano-manchegos?

—Castilla La Mancha necesita un impulso político, y yo estoy dispuesto a darlo desde la oposición. Es más, voy a exponer en ese debate un programa alternativo al socialismo de Page y de Sánchez. Un programa de gobierno desde las filas del PP pensando en una Castilla La Mancha de libertad, de progreso, de empleo, de oportunidades, de esperanza, con protección social, donde se apoye en el deporte, la cultura, o en el tercer sector para crecer y para lanzarse pensando en nuestro campo, en nuestros agricultores, ganaderos, autónomos, pymes. Pero esta región necesita una reflexión. Hay que hablar de la región, de cómo está y saber qué propuestas tiene para Castilla-La Mancha.

-¿Y qué espera de las propuestas de Page?

—A mí me encantaría que las cumpliera. En el último Debate sobre el Estado de la Región Emiliano García-Page hizo una propuesta solamente, que fue el proyecto de armonización fiscal, que conllevaba una subida de impuestos que él quería aplicar para el conjunto del país. Fue su propuesta estrella pero, de momento, no se ha hecho la ley. Page no cumple ni cuando quiere subir. Ahora espero que sea sincero y no quiera enmascarar la realidad, y que presente las políticas de gobierno con las que quiere acabar la legislatura. Pero me temo que el aburrimiento que tiene de esta tierra le impida incluso presentar verdaderas propuestas serias, rigurosas y que se puedan cumplir. Page es un político que no cumple. No ha cumplido ni uno solo de los 7 planes especiales: Almadén, los Campos de Montiel, la serranía de Cuenca o Albacete, la del Segura, o el plan especial para Talavera… no ha cumplido ni uno solo.

-En medio ha habido una pandemia, una situación excepcional.

—Lo prometió en 2016, no es nuevo. García-Page tiene 20 años de historia en el Gobierno de Castilla La Mancha, seis como presidente. Del 2016 a 2020 ha tenido tiempo.

-¿Qué le va a proponer usted?

—Para controlar la despoblación hay que luchar, en primer lugar, por generar empleo en el mundo rural y por fomentar la natalidad. Yo le voy a proponer un plan de apoyo a la natalidad, un plan con el que podamos subvencionar el nacimiento de los hijos con una discriminación positiva, que cualquier familia que tenga un niño en el mundo rural tenga un apoyo económico suficiente. Para luchar contra la despoblación primero tienen que nacer niños.

-Y tiene que haber trabajo y dinero.

-Vamos a presentarle un verdadero proyecto de apoyo económico a la generación de empleo en el mundo rural. Hay que ser capaces de que cualquier persona que quiera instalarse en el mundo rural tenga oportunidades para hacerlo con medidas urbanísticas y con medidas económicas. Una vez que generamos empleo en el mundo rural y que fomentamos la natalidad, fijamos población y entonces hace falta dotarlo de servicios sanitarios y educativos, por lo que hay que conseguir un mejor modelo de financiación autonómica. A día de hoy perdemos mil millones de euros al año (son cuentas del propio gobierno de Page) y esto hay que corregirlo.

-De eso hablaron hace unos días el presidente de Andalucía y el de Valencia. Y Page ha anunciado una serie de reuniones con los presidentes autonómicos de distinto signo político para unir criterios y cambiar el modelo de financiación autonómica.

—Espero que sea verdad y que mantenga reuniones con los presidentes autonómicos, y que también en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera ponga encima de la mesa las necesidades de Castilla La Mancha. En la última reunión, el consejero de Hacienda de Page votó a pies juntillas lo que dijo la ministra, que incluía, entre otras cosas, no reclamarle el dinero del IVA al Gobierno de España, que son 135 millones de euros. En 2020, Page dejó de gastar 170 millones de euros del presupuesto, con familias pasándolo mal, que no llegan a fin de mes, y autónomos y pymes cerrando. Y encima este año ya han anunciado que no se van a poder gastar 500 millones de euros. ¿Dónde va a estar mejor el dinero hoy que en manos de las familias, de los autónomos, de las pymes, de los agricultores, de gente que lo necesita? Y si no es capaz de gastárselo, que aplique mi política de bajada de impuestos. Así cuadraría con déficit cero el presupuesto.

-Proximamente su partido en la región acude a la convención Nacional del PP en Valencia. ¿Qué lleva usted a esta cumbre tras la renovación del partido en las cinco provincias?

—El PP de Castilla La Mancha va a ir con una delegación muy numerosa, 300 personas, y eso para mí es un orgullo. Y vamos con mucha esperanza e ilusión porque el presidente Casado va a presentar en la convención un programa de gobierno alternativo a Pedro Sánchez. El presidente Casado va a ser el próximo presidente de Gobierno de España.

-Casado le va a copiar a usted, que ya tiene programa alternativo a Page.

—No, no. El presidente Casado va a anunciar cómo quiere gobernar España y yo, con mucha humildad, voy a utilizar el Debate del Estado de la Región para explicarle a Page qué cambiaría de mi tierra, entre otras muchas cosas, el gobierno de Page.

-Hace escasas fechas usted recibió aquí a Pablo Casado, que inauguró la sede del PP en Toledo, el mismo día que García-Page se reunía con Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, en el Palacio de Fuensalida. ¿Sabía usted que se iba a producir esa reunión?

—Sí, a mí me informa directamente la presidenta Díaz Ayuso de que ella va a venir al acto de la tarde de la inauguración de Puy du Fou, y que por la mañana tiene una reunión con Emiliano García-Page. Y me informó tanto de la reunión como después.

-Estaba previsto que Pablo Casado visitara esa tarde también Puy du Fou, pero al final no fue. ¿Por qué?

—El presidente Casado tenía previsto acudir a Puy du Fou, pero un motivo personal le impedía ir. De hecho, estuvo aquí en la inauguración de la sede, mantuvo una reunión con afiliados, comimos con los presidentes provinciales del partido, y ya marchó para Madrid por una cuestión familiar.

-Aquel día, durante la rueda de prensa de García-Page y Díaz Ayuso, salió la polémica de que ella ya se ha postulado para la Presidencia del PP de Madrid, a la que también optaría el alcalde José Luis Martínez Almeida. Ayuso dijo que ella tenía derecho al ser la presidenta también de su comunidad. ¿Qué opina usted?

—Afortunadamente el PP adquirió un sistema de primarias y, por lo tanto, no hay nada más democrático que los afiliados decidan quién quieren que les dirija. Yo tengo el honor y la honra de ser el primer presidente del PP de Castilla La Mancha que fue elegido por primarias. Así que los afiliados de Madrid, que son soberanos, tomaran la decisión cuando se convoque el congreso. Pero aún no se ha convocado y, por lo tanto, cuando se abra el proceso interno de elección del presidente del PP de Madrid, pues habrá que opinar. Pero ahora mismo no hay congreso y no seré yo quien alimente ningún tipo de polémica.

¿Puede ser un problema para el PP esa división que representa que haya dos candidaturas en Madrid?

—Nunca puede ser un problema que haya mucha gente buena para liderar un partido. En Madrid tenemos líderes que son brillantes, Díaz Ayuso, Martínez Almeida, personas de sus gobiernos, en el Congreso de los Diputados… Por tanto, que haya gente buena en mi partido ganando elecciones nunca me supone un problema.

-¿El señor Casado es líder indiscutible del PP nacional?

—Sí, sin duda.

-Sin embargo, hay sectores del PP, quizá los más conservadores, que claman o piden o consideran que Ayuso es mejor candidata.

—Pablo Casado va a ser el próximo presidente del Gobierno. Es el presidente del partido y yo, como presidente regional, estoy muy orgulloso de mi presidente, de mi líder, que va a ser el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno y el próximo presidente del Gobierno. Eso no me genera ninguna duda, ni me parece que haya ningún debate. Y todas las encuestas apuntan a que va a ganar las elecciones.

-¿Y qué opina de esas noticias que ponen en duda su candidatura a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha?

—A mí me encanta que el PSOE de Emiliano García Page se pase el día intentando alimentar estas polémicas porque teme que yo sea el candidato. ¿Qué encuestas no tendrá el PSOE, qué datos no tendrá y qué sensaciones no le llegarán al entorno de Page y del PSOE de Castilla La Mancha, que, en lugar de gestionar el gobierno de esta tierra, tienen que dedicar su tiempo a intentar insultar al líder de la oposición y a tratar de generar noticias sobre si se cuestiona o no mi liderazgo, sobre si voy a ser o no el candidato? Page es el que está detrás de cualquier tipo de movimiento que trata de que yo no sea el candidato. Y créame que para mí, como presidente del PP y como la alternativa al gobierno de Emiliano García Page hoy, me produce especial satisfacción saber que Page está haciendo lo imposible por que yo no sea el candidato, porque son conscientes de que el PP de Castilla La Mancha y el humilde servidor que tiene el honor hoy de que usted le entreviste, va a ganar las elecciones y va a gobernar esta tierra dentro de dos años.

-En otra entrevista con Europa Press este verano, usted dijo que mantiene contactos permanentes con Vox, posible socio de gobierno.

—Yo dije, y lo mantengo hoy, que trato de mantener contacto con todas las formaciones políticas. Solo podemos construir el futuro de la región con diálogo, consenso y entendimiento, que tienen que venir de cualquiera que quiera participar en política; también con el PSOE, como no podía ser de otra manera.

-Con el PSOE poco, porque están ustedes siempre a la bronca.

—Una cosa es que nosotros discrepemos de la forma en la que hace política Emiliano García-Page, que vota permanentemente en contra de las propuestas del PP, y otra cosa distinta es que nosotros no le ofrezcamos al PSOE llegar a acuerdos en estas cuestiones. Son dos cosas distintas. Nosotros mantenemos un contacto permanente con el PSOE, pero yo no puedo ser responsable de que el PSOE no quiera aprobar ni una sola de las medidas del PP; no ha explicado por qué no quiere bajar los impuestos tal y como yo se lo ofrezco, ni por qué no quiere ayudar a agricultores y ganaderos tal y como se lo estoy explicando. El PSOE no ha explicado por qué no quiere apoyar a la atención primaria tal y como yo se lo he propuesto, y se ha negado a un plan de choque contra las listas de espera tal y como yo se lo he ofrecido. Tampoco ha explicado por qué se han negado a recuperar la carrera profesional de los médios. Yo no puedo ser respon--sable de lo que el PSOE se niega a hacer. Yo soy responsable de lo que yo hago, y nosotros tratamos de buscar un clima de entendimiento con todos los partidos de la región. Lo hacemos con el PSOE, lo hacemos con Ciudadanos, lo hacemos con Vox. Y, en ocasiones, incluso hemos mantenido conversaciones con el líder de Podemos, que además es paisano mío.

-Podemos tiene pocas posibilidades de sacar escaño en las Cortes.

—Si analiza las encuestas, que no dejan de ser encuestas, todo apunta a que ni Ciudadanos ni Podemos van a entrar en el Parlamento autonómico y que solamente tres partidos vamos a tener acceso: el PP, el PSOE y Vox.

-¿Y qué tal le dan a usted las encuestas, aunque sean solo encuestas?

—Nosotros llevamos aproximadamente un año en que todas las encuestas que se publican por empresas serias y medios de comunicación serios, nos dicen que gobernamos.

-¿Pactando con Vox?

—Que la suma del PP y Vox arrebata la mayoría absoluta a Emiliano García-Page y que el PP podría conformar gobierno con el apoyo de Vox.

¿Y a usted le gustaría tener que pactar con Vox para ser presidente?

—A mí me gustaría pactar con el conjunto de los castellano-manchegos y que mi gobierno fuera de la mano de Castilla-La Mancha y de los castellano-manchegos. Yo quiero pactar el día a día de mis políticas cuando sea presidente con los colectivos y asociaciones de Castilla La Mancha, con la sociedad civil, con esas asociaciones, esas federaciones u organizaciones territoriales que defienden desde sus colectivos a la empresa, al autónomo, al ganadero, al agricultor, o que representan al tercer sector o que están trabajando por una mejora de la sanidad o la educación. Yo quiero pactar con ellos y quiero ir de su mano en el futuro gobierno de Castilla La Mancha.

-¿Pactará con Vox para ser presidente de la Junta?

—Yo voy a trabajar por ganar las elecciones en Castilla La Mancha y por ser presidente con el respaldo de los castellano-manchegos. Mi único objetivo a día de hoy es ese proyecto alternativo al socialismo que yo represento y que estoy construyendo, por cierto, de la mano de decenas de colectivos que nos están ayudando a redactar nuestros programas políticos, las propuestas que llevamos al Parlamento regional y lo que será la base de nuestro programa electoral. Que sea ilusionante, que sea mayoritario y llegue a la mayor parte de Castilla La Mancha, ese es mi objetivo, ese es mi proyecto y a día de hoy el pacto que me planteo es con los castellano-manchegos.

-Ciudadanos es un partido moderado que ha pactado igual con el PSOE que con el PP en ayuntamientos de Castilla-La Mancha.

—Todo apunta a que Ciudadanos no va a entrar en el Parlamento autonómico, o eso dicen las encuestas.

-¿Qué le parece la posibilidad de que Cs desaparezca como partido?

—Lo que me tiene que preocupar a mí como presidente es que mi partido tenga la mejor de las representaciones, y en eso estoy. De lo que vayan a tener los demás, no opino.

-¿Hay algo que no le guste de Vox?

—Pues Vox y el PP somos dos partidos diferentes y no pensamos igual en muchos aspectos. Yo tengo una clara vocación europeísta, por ejemplo, que Vox no tiene, por lo que dice en sus postulados. Yo sí creo firmemente en la España de las Autonomías, y creo que tienen que tener claras sus funciones, cuáles son sus competencias, y qué es lo que no tienen que hacer. Las autonomías no pueden ser un espacio de recolocación y de creación de chiringuitos para meter gente. Las autonomías tienen que estar para acercar la gestión al ciudadano. Y como yo creo firmemente en una gestión cercana al ciudadano, creo en la España de las autonomías. No, no somos iguales, tenemos muchas diferencias, pero está claro que a mí lo que me preocupa no es Vox ni otros partidos, lo que me preocupa es el socialismo y el daño que está provocando Emiliano García Page y el PSOE de Castilla La Mancha.

-Pero ustedes no son enemigos de los inmigrantes. ¿Cuál es su concepción de la inmigración?

—Yo sé lo que soy yo, lo que son los demás, que lo definan ellos. Nosotros siempre hemos defendido que es fundamental que se protejan los derechos humanos y que es fundamental que haya una inmigración regulada y que esté legalizada y que puedan incorporarse a participar de nuestra sociedad con normalidad. Y que por tanto hay que respetar los derechos humanos y a los ciudadanos por encima de todo.

-¿Y del colectivo LGTBI qué opina, y los últimos delitos de odio?

—Nosotros siempre hemos condenado cualquier tipo de violencia y cualquier tipo de delito de odio, vengan de quien venga y de donde venga. Yo no concibo la violencia en ninguno de sus géneros, ni concibo el odio desde esta perspectiva política o de género, pero como cuando tampoco concibo un ataque visceral a la Iglesia o a un taurino. Me parece que la violencia y el odio tienen que ser eliminados de esta sociedad. ¿Por qué hay que odiar a alguien por ser religioso y por ir a misa los domingos? ¿Por qué hay que odiar a alguien por ir a los toros, o por qué hay que odiar a alguien por ser cazador? Pues tampoco hay que odiar a nadie porque tenga una condición sexual o una ideología.

-Vox no reconoce la violencia de género contra las mujeres. ¿Cuál es su postura al respecto?

—Mi postura está muy clara, condenamos cualquier tipo de violencia. Claro que existe la violencia contra las mujeres y nosotros la condenamos abiertamente, sin ningún tipo de tapujos.

-¿Cuál es su relación ahora mismo con Page?

—Yo mantengo una buena relación personal, como no puede ser de otra manera porque es el jefe del PSOE y yo del PP, los principales partidos de esta región con posibilidades de gobernar. Lo que sucede es que mantenemos una relación muy alejada desde el punto de vista político, porque tenemos visiones de la región radicalmente encontradas. Mientras que Emiliano García Page piensa que la región va espectacularmente bien, que no hay problemas y que esto es el paraíso, yo soy mucho más realista, piso mucho más la tierra, escucho a mucha más gente y compruebo que lo están pasando realmente mal. Yo estoy viendo como un vecino de Parla no tiene que pagar el impuesto de sucesiones, mientras que un vecino de Seseña o de Illescas sí. O como un vecino de Meco tiene mucha menos carga impositiva en el IRPF de la que lo tiene un vecino de El Casar o Chiloeches.

-¿Desde cuándo no ve a Page sentados los dos a solas?

—La última vez fue hace ahora un año. Yo anduve todo el verano pidiéndole que mantuviéramos una reunión y a mediados de septiembre decidió dármela. En aquella reunión le planteé que pactásemos una ley contra la ocupacion ilegal y él decidió que no pactábamos nada. Un grupo de penalistas del PP había redactado una ley que yo presenté y el gobierno decidió no tramitar nuestra ley, sino la suya, la del PSOE. Dijimos que esa ley no iba a valer. Ha pasado un año desde que Page decidiera romper conmigo el acuerdo de pactar una ley y eligiera la suya propia. Y hoy, el problema de la ocupación sigue exactamente igual. No han sido capaces.

-Ahora le ha puesto un plazo a Sánchez, el mes de diciembre, von una velada amenaza de acciones constitucionales.

—¿Y la gente que tiene una casa ocupada, qué hace? ¿Esperar a que Page y Sánchez dejen de jugar al ‘pilla pilla’? Es que parecen los ‘pimpinela’ de la política. Te critico mucho, pero luego nada. Emiliano García-Page tiene en un cajón una ley redactada por el PP que se puede llevar al próximo pleno de las Cortes y aprobarla. Pero ahora, un año después, cuando el problema es todavía más grave, aún le da otro plazo a Sánchez. Esa es la forma en la que Page gobierna la región, de espaldas a la gente.