Los patios toledanos buscan mecenas

Los patios son uno de los elementos más peculiares y característicos del urbanismo toledano. Hace años, cuando el arquitecto Joan Busquets redactaba el Plan Especial del Casco Histórico quedó tan fascinado por ellos que los calificó como los alvéolos que permitían «oxigenar» la vida vecinal en el intrincado laberinto urbano del recinto monumental. Hay centenares de ellos. Cada uno es diferente. Desde los monumentales de palacios, conventos o casonas solariegas, a lo más humildes de casa vecinal, con tiestos y típicas galerías compartidas. Don Benito Pérez Galdós no resistió la tentación de describirlos en sus obras de temática toledana. Arrendondo los pintó repetidamente. Y Casiano Alguacil nos ha legado las fotografías más bellas de ellos y su convivencia comunal. A la estela de tan extraordinarios testimonios Renate Takkenberg Krohn nos trae ahora su detallada obra.

«Los patios –afirma la autora- tienen una especial fascinación para mí. En la mayoría de los casos es la sorpresa. Las columnas, capiteles, zapatas, arcos medievales, las yeserías, te llevan a tiempos pasados, piensas en los escultores, yeseros, ebanistas que las hicieron, en cómo trabajaron y en quiénes fueron. Y aquí está todavía su obra». En busca de ese asombro, los toledanos se han acostumbrado, durante años, a ver como Renate camina por las callejas toledanas, cámara al hombro, con su peculiar fisonomía de otra tierra. «Si encuentro una puerta abierta –añade-, entro a ver si tiene patio«. Hace años esa curiosidad era más fácil de saciar, pues muchos portones permanecían de par en par bastantes horas del día. Hoy están en su mayoría cerrados, aunque ello no supone obstáculo para la fotógrafa, quien no duda en llamar a las viviendas donde supone que hay un patio y conseguir que sus propietarios le dejen retratarlo.

Cuantos conocen a Renate saben que es imposible negarse a cualquiera de sus requerimientos . Después de llevar tanto tiempo viviendo en Toledo , nunca se ha arrepentido de instalarse aquí.«Encontré buenos amigos que me enseñaron y descubrieron la ciudad, lo que había detrás de sus austeros muros y, a la vez, conocí a los toledanos, para mí la gente más entrañable de todas las ciudades donde he vivido». Años atrás fotografió a un buen número de personajes destacados en el ámbito de la cultura, la pintura o la artesanía, conformando un singular álbum social de la capital.

En el año 1996, Renate Takkenberg Krohn publicó su primer libro sobre los patios toledanos. Fue editado por el Colegio de Arquitectos y complementaba una exposición de fotografías iluminadas. Después, en colaboración con las comunidades religiosas de la ciudad, comenzó a trabajar sobre los patios-claustro de conventos y monasterios toledanos. El resultado se podrá ver en esta próxima publicación, la cual se presenta aderezada con fotografías antiguas rescatadas de archivos y colecciones particulares, lo que nos permitirá comparar entre antaño y hogaño. «Creo –considera- que es emocionante contemplar, así, el paso del tiempo». Y es que en estas últimas décadas los patios toledanos, aunque algunos se han perdido o transformado, han registrado un importante proceso de rehabilitación y recuperación. Actitud a la que no ha sido ajena la labor del Consorcio de la Ciudad de Toledo , entidad que ha apoyado la edición de este libro.

La fotógrafa ha contado, también, con la colaboración del editor Antonio Pareja , así como de «historiadores, académicos, artistas y amigos que han pasado muchas horas conmigo, corrigiendo y ofreciendo nuevas ideas y consejos». Los textos de introducción están firmados por Ramón Sánchez González, Julio Porres Martín-Cleto y su hijo Frederik, así como Manuel Santolaya, gerente del Consorcio, y la alcaldesa Milagros Tolón. Para culminar todo este esfuerzo, Renate Takkenberg Krohn , ha iniciando una campaña de crowfunding ciudadano a través de la plataforma Verkami , permaneciendo aún abierto el plazo de aportaciones y estando ya muy próximo alcanzar las cantidades económicas fijadas . En función de las aportaciones realizadas por los micro mecenas, las recompensas pueden incluir, además de este nuevo libro, los dos tomos de la obra «Tesoros Artísticos de Toledo», que la propia autora editó en 2010.