El largo historial de polémicas del líder de Podemos en Castilla-La Mancha

De ser un perfecto desconocido, García Molina se ha convertido en solo dos años en un personaje clave en la política regional, no exento de polémica, y en buena medida por sus buenas relaciones con el líder nacional de Podemos, Pablo Iglesias. La falta de mayoría absoluta del Gobierno socialista hace que el presidente Emiliano García-Page esté a merced de Podemos, partido con el que firmó un pacto de investidura para llegar al poder.

Sin embargo, el matrimonio entre socialistas y podemitas en Castilla-La Mancha ha tenido muchos desencuentros, como cuando en abril, el partido morado tumbó los Presupuestos en el último momento ante la sorpresa general después de, supuestamente, tenerlos pactados con el PSOE. Eso provocó una crisis en la que Page amagó con convocar elecciones y que finalmente se solucionó este verano con la entrada de dos miembros de Podemos en el Gobierno. Uno de ellos el propio García Molina, que ahora es el vicepresidente segundo.

Fiel escudero de Pablo Iglesias, el líder podemita en Castilla-La Mancha ha ganado todas las batallas internas en el partido. De hecho, es más que patente su distanciamiento con el otro diputado de Podemos elegido en las elecciones autonómicas en 2015, David Llorente, al que ha relegado un poco tras vencerle en las primarias del partido con un 57,2% de los votos el pasado mes de mayo.

Además, en el último congreso de Podemos fue elegido responsable de Políticas Autonómicas y, por eso, el pasado fin de semana se reunió en Barcelona con Oriol Junqueras y Ada Colau, algo que en la región ha sido utilizado por el PP para atacar a Page por entender que gobierna con quien secunda a los independentistas catalanes. Además, este episodio provocó una pequeña crisis interna en el nuevo gobierno de coalición de Castilla-La Mancha, ya que la parte socialista del Ejecutivo corrió a aclarar que García Molina se había citado como responsable de Podemos y no como miembro del Gobierno.

Pero la gota que ha colmado el vaso en el largo historial de polémicas que rodean a José García Molina es la información desvelada el martes por ABC sobre la ocultación en su declaración de bienes de 2015 y 2016 de 60.000 euros, que sí aparecen en la de este año. O se trató de un olvido o no los declaró de forma consciente.

Precisamente, el líder regional de Podemos comparece este miércoles en la Comisión de Asuntos Generales del Parlamento autonómico para explicar su situación patrimonial. El dinero que García Molina atesora en entidades financieras se divide en 85.979,46 euros en cuentas bancarias y los 60.000 del fondo de inversión, triplicando en los dos años que lleva en política su patrimonio .