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Gregorio Rivera Arellano - Opinión

La soledad del deán

«Después de la tormenta viene la calma. Pero la riada se ha llevado a su paso la finura, elegancia e inteligencia de un buen hombre cuya sabiduría bien se podía medir con cualquier mitrado. No es justo»

Gregorio Rivera Arellano

Solo, muy solo encara la calle de Santo Tomé el Señor Dean de la Catedral Primada de Toledo. Solo, muy solo. Pero como todos los días. Por dentro irá la procesión con ciriales e incienso, con tambores y flautas que se han convertido en la ... banda sonora de un creyente que busca notoriedad.

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