El Gobierno debe decidir en diez días el trazado del AVE por Toledo y Talavera

Precisamente, esta es una de las cuestiones capitales también en este proyecto que tanto retraso lleva, ya que deberá determinar por dónde discurría el trazado en puntos sensibles como es la travesía por Toledo capital y Talavera de la Reina , donde existen varias alternativas.

Además, esta cuestión es importante también por el hecho de que la elección de la alternativa final permitirá desbloquear el resto de terrenos afectados por el resto de alternativas que finalmente queden descartadas, y en los que en algunos casos se han planteado otro tipo de usos, como es el caso de plantas fotovoltaicas en la provincia, como es el caso de la zona de Pepino, al lado de Talavera de la Reina.

Por lo que se refiere al aspecto presupuestario, para este proyecto ferroviario sólo se recogen 2,5 millones, 5 millones y 6,5 millones de euros para los años 2023 a 2025, unas cantidades aparentemente insuficientes sobre un proyecto para el que se ha fijado un coste total de 1.120 millones de euros. Este hecho parece apuntar que para el Ejecutivo de Pedro Sánchez este proyecto no es una prioridad.

En medio de reproches políticos y olvidos presupuestarios, la cuestión es que hay que remontarse al Gobierno de Mariano Rajoy para encontrar rastros del estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa, licitado en agosto de 2017 siendo entonces ministro de Fomento Íñigo de la Serna, un estudio que todavía está en trámite por parte del Gobierno actual y cuyo plazo para tomar una decisión expira el próximo 2 de diciembre, y que se espera con expectación porque, se elija el que se elija, sin duda surgirán diferentes opiniones y controversias.

En el caso de la travesía de la línea de AVE por Toledo capital, la publicación en diciembre de 2020 de las cuatro propuestas planteadas originó una gran controversia e incógnitas, lo que obligó también al Ayuntamiento a hacer alegaciones y rechazar las cuatro propuestas planteadas por el Ministerio. En su lugar, el Consistorio, con el acuerdo de todos los grupos, ha planteado la implantación de la estación de la nueva línea en el Polígono industrial, donde también quieren que llegue el tren de mercancías, y dejaría la actual estación de Santa Bárbara como hasta ahora siendo la parada de la línea de AVE Madrid-Toledo.

De esta manera, Toledo tendría dos estaciones de AVE, la actual y otra en el Polígono, en la que estaría la estación de la línea Madrid-Extremadura». En definitiva, la propuesta municipal es que el trayecto de la nueva línea no se acerque tanto a la ciudad y pueda desviarse antes a la derecha, dando una salida al norte. Se entiende que esta alternativa, que tendría que salvar igualmente el río Tajo, no afectaría al bien de interés cultural y patrimonial ni al desarrollo de la ciudad.

Al margen de esta propuesta fruto de las alegaciones, el Ministerio de Transportes ha planteado cuatro, si bien parece más descartada la que no pasaría por la actual estación del AVE. De las otras tres, dos de ellas contemplan un casi idéntico trazado, con la diferencia de que una es exterior sobre pivotes y la otra discurriría de forma subterránea.

La denominada alternativa 2 afectaría a una longitud de 1.029 metros en suelo urbano y urbanizable y la otra a 1.462 metros. La diferencia fundamental es que en la alternativa 3 una parte va subterránea. Ambas opciones tienen el mismo origen, la nueva estación que se construiría anexa a la actual, y el viaducto en curva -de unos 700 metros- que sobrevolaría el río Tajo en el entorno de Safont y el puente de Azarquiel. Eso supone atravesar una zona de especial protección paisajística como es la Huerta del Rey.

Este viaducto proyectado sirve además de cruce de la avenida de Castilla La Mancha. Una vez superado el río Tajo y la mencionada avenida, el trazado discurre en túnel bajo la ciudad de Toledo, bajo el parque del Crucero y el paseo de San Eugenio. Después se encaminaría a cielo abierto hasta el cruce de la autovía TO-20, salvando luego distintos barrancos mediante pérgolas por la zona de la urbanización de Valparaiso. Después del paso de la urbanización, el trazado discurre en recta cruzando por debajo de la carretera CM-40 para después hacer lo propio bajo la autovía A-40.

Por su parte, la alternativa 3, también desde la nueva estación que se plantea construir, una vez superado el río Tajo con el viaducto discurre en paralelo al vial que separa el estadio del Salto del Caballo del complejo polideportivo Javier Lozano.

En esta zona la línea ferroviaria discurre a cielo abierto confinada entre muros. A la salida de esta zona deportiva gira a la izquierda cruzando a distinto nivel (viaducto) la carretera de Mocejón, vial de acceso a Toledo desde el enlace del Salto del Caballo. Este viaducto se prolonga hasta cruzar el arroyo del Aserradero y a continuación se cruzaría también a cielo abierto las avenidas de Madrid y de París.

En el caso de Talavera, el Ayuntamiento y otros colectivos sociales reclaman un trazado que contemple aspectos paisajísticos, urbanísticos y de tema acústico. De ahí que se apueste por el soterramiento que ya en su día se acordó entre el Ayuntamiento, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ministerio, ya que se entiende como la solución más idónea para el futuro y para el mejor desarrollo de la ciudad de Talavera.