CULTURA
¿Cuál fue el milagro de San Ildefonso en Toledo?
El Museo de Santa Cruz expone hasta el domingo un cuadro del pintor toledano Luis de Carvajal en el que recrea el momento en el que la Virgen le impone la casulla
La noche del 18 de diciembre de 665, San Ildefonso , -un toledano de familia noble que llegó a convetirse en arzobispo- se dirigió a la iglesia para cantar himnos en honor a la Virgen María compañado por sus clérigos y otros religiosos. Un extraño resplandor que salía del templo les asustó y solo él y dos diáconos se atrevieron a entrar y se acercaron al altar, en donde se contraba la Virgen María, sentada en la silla episcospal rodeada por un coro de ángeles. María le hizo una seña para que se acercaque y dijo: «Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería» y fue, según cuenta la leyenda, ella misma la que se la impuso dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.
Este milagro se explica en el cuadro « Imposición de la Casulla a San Ildefonso» , del pintor toledano Luis de Carvajal (1556-1607), que se va a exponer solo durante unos días, hasta el próximo domingo, 26 de enero, en el Museo de Santa Cruz con motivo de San Ildefonso, patrón de la ciudad de Toledo, que se celebra el 23 de enero. Esta iniciativa, que ha contado con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo de Santa Cruz , permitirá que los toledanos y visitantes puedan disfrutar de una pintura que rememora la efeméride que ha dado lugar al día del patrón de Toledo.
Es una obra de plena madurez de Luis de Carvajal, es un óleo sobre lienzo en la que se puede ver a la Virgen, en posición sedente, con túnica rosa y manto azul, como rerina del Universo, que se inclina sobre San Ildefonso en ademán de imponerle la casulla que está sujetando con ayuda de dos ángeles. El santo, situado en un plano inferior al de la Virgen, dirige su mirada hacia ella, en actitud orante, con las manos juntas.
La casulla celestial es de color verde, con un rico agremán dorado, adornado con pedrería. La obra fue adquirida en 2006 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, siendo adscrita al Museo de Santa Cruz de Toledo en 2008.
Una pintura que, además, es representativa de la escuela toledana de mediados del siglo XVI y que sigue los cánones del manierismo imperante en la época y los principios que se imponen en la pintura religiosa para adaptarse a las directrices emanadas del Concilio de Trento.
Su autor, Luis de Carvajal , fue un prolífico pintor, contemporáneo de otros como El Greco, que tuvo su taller en Toledo, desde donde realizó numerosos encargos para conventos e instituciones religiosas de la ciudad y de la provincia, así como para el monasterio de El Escorial o para el Palacio del Pardo.
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