Paco Núñez: «Castilla-La Mancha lo tiene todo para crecer, pero no un gobierno que apueste por ello»

Núñez ha desgranado un rosario de carencias que, a su juicio, sufre Castilla-La Mancha debido especialmente a la «inacción» del Gobierno del socialista García-Page, de quien ha dicho que «es un mal gestor» porque «después de 40 años de gobiernos del PSOE, alguna responsabilidad tendrá» en la vida de una región que «es la más inflacionista de España en los últimos 5 años» y que tan solo ha crecido un 0,3% en los últimos doce.

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Citando el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, Núñez ha asegurado que Castilla-La Mancha continúa «en el furgón de cola de los indicadores económicos«, mientras que ha visto cómo Andalucía -especialmente- y también Extremadura ahora, han despegado desde el punto de vista empresarial gracias a gobiernos del PP. »Altos impuestos, endeudamiento, nula inversión y gasto público desproporcionado« son los corsés que impiden a Castilla-La Mancha encaminarse hacia el progreso.

Así pues, «se necesitan soluciones» y «el PP va a trabajar en ello», ha dicho un Núñez convencido de que las tornas cambiarán en 2027 y él será el nuevo presidente de la Junta de Comunidades, con el apoyo de un gobierno nacional también del PP encarnado en Alberto Núñez Feijóo, «un hombre de estado moderado». ¿Pero cuál es la fórmula de Núñez para desbancar a Page del sillón del Palacio de Fuensalida? «Menos impuestos y menos burocracia y más inversión« porque »mi objetivo es convertir a mi región en el motor de crecimiento económico de España«.

Si es presidente, bajará el tramo autonómico del IRPF -como ya han hecho once comunidades autónomas- y derogará el Impuesto de Donaciones y Sucesiones«. Junto a ello, en la región «que peor gestiona los Fondos Europeos« -ha dicho- hay que aprovechar la cercanía con Madrid y sacarle partido de desarrollo. »Donde el socialismo ve problemas, yo veo oportunidades« ha subrayado el presidente regional del PP citando el poder de las energías renovables, la ordenación del crecimiento logístico y una verdadera transformación de la potente industria agroalimentaria.

«Castilla-La Mancha lo tiene todo para crecer pero no tiene un gobierno que apueste por ello», ha dicho Núñez en otro momento de su intervención, cuando ha hablado de que la región necesita más financiación, algo imposible «con un acuerdo pactado con el separatismo«, y se ha mostrado en contra -»me niego en rotundo«- de la ley de armonización fiscal que propugna García-Page porque »pone corsé para no poder bajar impuestos« y permite que »la fiscalidad arranque con el cupo catalán«; una ley que «defiende un tal Rufián de ERC».

Tras su intervención, y a preguntas de Juan Fernández Miranda, corresponsal político de ABC, Núñez ha ofrecido al público presente una serie de cifras que dibujan su periplo de jefe de la oposición en Castilla-La Mancha: se hace 10.000 kilómetros cada mes recorriendo la región, que suman 210.000 kilómetros en lo que va de legislatura; se quedó a 'solo' 835 votos de Page para ser presidente de la Junta; los 8 diputados de Page culpables de que Pedro Sánchez saque adelante sus propósitos; los 0 kilómetros de autovías que ha hecho Page en los últimos 10 años; las 976 enmiendas del PP a los presupuestos de la Junta, o los 33.000 contactos que tiene en su teléfono móvil.

A la pregunta de cuál es su modelo para Castilla-La Mancha, si se fija en algún presidente autonómico del PP, Núñez ha contestado que «mi modelo es el mío, y es el de mis alcaldes y alcaldesas; es el de Juanma Moreno en Andalucía y Díaz Ayuso en Madrid..., mi modelo es muy castellano-manchego, muy español y muy pegado al terreno«.

Sobre la polémica de la reforma del Estatuto de Autonomía, que quedó en suspenso hace unas semanas, Núñez ha vuelto a decir que «esperamos a que el Gobierno regional nos convoque y nos sentaremos», pero ha dejado muy claro que el PP «no va a modificar la ley electoral ni a incrementar el número de diputados, como acordamos«.

Y para terminar, ¿trasvase Tajo-Segura sí o no?, le ha preguntado Fernández Miranda. La respuesta, basada en el Plan Regional del Agua -«del que Page no ha cumplido ni una coma»- ha sido esta: «que no se trasvase si las necesidades de agua no están cubiertas en Castilla-La Mancha».