Los Montes de Toledo llegan este jueves a Fitur 2024 con las rutas literarias 'Quercus', 'Enjambre' y 'Valhondo'
Se presentarán a las 11.00 horas en el pabellón 7, en el espacio 'Rutas literarias por Castilla-La Mancha. Autores contemporáneos', dentro del stand de la Junta de Comunidades en la Feria Internacional de Turismo
Anchuras: del proyecto de campo de tiro que no fue a la ruta literaria 'Enjambre'
Toledo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEntre sierras, valles, ríos y arroyos, pedrizas y riscaleras, rañas, encinares y alcornocales cuajados de niebla, emblemas del bosque mediterráneo, corretean ciervos, corzos y ahora el lince ibérico. Este es el ecosistema de los Montes de Toledo, con paisajes de una belleza singular que ... han inspirado a uno de los escritores más destacados de los últimos años dentro de la literatura que ficciona eso que se ha venido a llamar la España vaciada, un fenómeno que pretende combatir con su obra.
Un ecosistema que forma parte ya de la vida de Rafael Cabanillas Saldaña (El Carpio de Tajo, Toledo, 1959), autor de la trilogía 'En la raya del infinito'. publicada por la editorial Cuarto Centenario y conformada por las novelas 'Quercus', 'Enjambre' y 'Valhondo'. Historias todas ellas que transcurren en tres puntos diferentes de los Montes de Toledo convertidas ahora en tres rutas literarias que viajarán la próxima semana a la Feria Internacional de Turismo (Fitur) para presentarse a las 11.00 horas en el pabellón 7, en el espacio 'Rutas literarias por Castilla-La Mancha. Autores contemporáneos', dentro del stand de la Junta de Comunidades.
Viaje al territorio 'Quercus', la ruta literaria que pone en el mapa a Cabañeros
Mariano CebriánLa novela de Rafael Cabanillas y la editorial Cuarto Centenario buscan atraer turismo a Navas de Estena (Ciudad Real) y, de este modo, luchar contra la despoblación
Rafael Cabanillas Saldaña, aparte de escritor, ha sido docente toda su vida y llegó a esa comarca gracias a sus buenas notas, por las que consiguió una plaza de acceso directo para dar clases en la localidad toledana de San Pablo de los Montes. Luego estuvo en una escuela unitaria de Robledo del Buey, pedanía de Los Navalucillos, en la que enseñaba a unos pocos alumnos, hijos de los guardas de las fincas y de los cazadores furtivos que se buscaban la vida en una época tan difícil. Vivencias que le han servido para ilustrar sus novelas.
La primera fue la ruta literaria 'Quercus', localizada en Navas de Estena (Ciudad Real), en el entorno del Parque Nacional de Cabañeros e inaugurada por el club de lectura de la Universidad de Alcalá de Henares hace dos años. Allí, desde entonces, acuden de manera organizada numerosos grupos de lectores para seguir las huellas de Abel y Lucía, protagonistas de la primera de las novelas de la trilogía, que ya va por su octava edición y fue elegido libro recomendado del año por la Red de Bibliotecas y la Asociación de Libreros de Castilla La Mancha.
Los lectores senderistas realizan la ruta de 7 kilómetros por la orilla del río Estena, después visitan el pueblo, compran algún producto típico (chorizo de venado, miel, queso de cabra, …), comen en los restaurantes de la localidad y realizan un encuentro en el granero municipal para hablar de la novela y de la experiencia vivida. Los que vienen de muy lejos, se quedan a dormir en las casas rurales o cabañas de madera de la localidad o de la zona.
Después le siguió la ruta literaria 'Enjambre' (3ª edición), novela que comparte nombre con una pequeña aldea y pedanía de la localidad de Anchuras, que cuenta sólo con cuatro habitantes censados y se ubica en las estribaciones de Los Montes de Toledo, en la comarca de La Jara, ya lindera con Extremadura. El recorrido de 12 kilómetros pasa por Anchuras, Enjambre y el Collado de Piedralba, que ha servido para colocar en el mapa literario y turístico estas sierras de singular belleza, que no dejan de sorprender a quien las visita.
Los murales pintados en la aldea de Enjambre, representando a los personajes de la novela -el pastor Tiresias, el tío Jacobo o la señora Remigia-, han convertido las eras del pueblo en un museo al aire libre. En el pasado mes de octubre, en tiempo de berrea y tras el encuentro literario con el escritor, se disfrutó de un espectacular e inédito concierto de violonchelo, teniendo como único escenario la garganta de la sierra.
Y finalmente, como broche de oro para cerrar la trilogía 'En la raya del infinito', escrita por Rafael Cabanillas y publicada por la editorial toledana Cuarto Centenario, se acaba de crear la ruta literaria 'Valhondo', que se sitúa en Robledo del Buey (Toledo), pedanía de unos 100 habitantes perteneciente al municipio de Los Navalucillos. Con un recorrido circular y asequible de unos 6 kilómetros, los visitantes podrán seguir en un entorno paradisíaco los pasos de los protagonistas de Valhondo, nombre ficticio de Robledo del Buey.
La ruta literaria de senderismo 'Valhondo' ve la luz con un convenio de la Diputación de Toledo y Los Navalucillos
ABCLa ruta está basada en la tercera novela de la trilogía 'La Raya del Infinito', titulada 'Valhondo', del escritor Rafael Cabanillas, que sitúa la historia en la pedanía de Robledo del Buey
Allí fue donde Rafael Cababillas comenzó su carrera como maestro y el protagonista de la novela tiene que dar clases a los veinticinco alumnos de su escuela unitaria en los años 80. Un lugar privilegiado para conocer también, a escasos kilómetros, El Chorro de Los Navalucillos, dentro ya del Parque Nacional de Cabañeros, el museo etnográfico de la localidad, el Valle del Gévalo o la azulejería talaverana de la ermita de Piedraescrita.
Con todos esos ingredientes, el escritor toledano quiere, como afirmó en una entrevista con ABC, «romper un horrible maleficio: ser profeta en mi tierra». En este sentido, compara su obra con la de otro gran autor y premio Nobel de Literatura en 1998, el portugués José Saramago, quien en 'Levantado del suelo' hace un homenaje al esfuerzo del campesinado pobre de la región portuguesa del Alentejo para extraer del suelo, mediante su duro trabajo diario, el fruto de una tierra que no es suya, sino que pertenece al señor. «Pues bien, yo espero que mi obra se convierta en un símbolo de los Montes de Toledo y de mi tierra», asegura Rafael Cabanillas, quien recuerda con nostalgia sus años como maestro en esa comarca utilizando una frase muy manida pero muy cierta: «El hombre que olvida sus raíces no tiene futuro».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete