Sindicatos: urgen recuperar los derechos que el Gobierno cedió hace cuatro años

Desde que el socialista Emiliano García-Page es presidente de Castilla-La Mancha, la relación entre el PSOE y los sindicatos no es la misma. En las últimas semanas ya ha habido varias caceroladas frente a las puertas de la consejería de Hacienda y Administraciones Públicas. En ellas, los sindicatos exigían (y lo siguen haciendo) al Gobierno socialista que cumpliera con lo que prometía en campaña electoral.

En realidad, es una cuestión de tiempo y perspectiva. Desde el Gobierno se pide paciencia porque —repite una y otra vez cualquier cargo con carné socialista— no todo lo destruido por el anterior Ejecutivo del PP se puede reparar en unos meses.

Además, sostienen que se van dando pasos para la recuperación de todos los derechos perdidos por los empleados públicos y ponen como ejemplo la devolución de la paga extra retenida en 2012 y la reducción de la jornada laboral de 37,5 a 35 horas . Una medida, esta última, que primero aprobaron las Cortes regionales, luego fue publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha y el 1 de enero entró en vigor.

Los sindicatos reconocen que estas acciones «en sí son buenas, lo que no nos gusta es el método». Ramón González, coordinador del sector autonómico de CCOO, cree que el Gobierno de García-Page tiene un problema con las formas. «Las medidas que hasta ahora se han tomado han sido de forma unilateral y no previa negociación. Nosotros entendemos que es fundamental no solo la recuperación de derechos, sino la recuperación de la negociación colectiva, que durante cuatro años no hemos tenido. La normalidad de las relaciones entre las organizaciones sindicales y la Junta de momento no se ha recuperado, que es lo que nos gustaría para este 2016».

Pero no todo es un problema de formas, defienden los sindicatos. También lo hay de fondo. Tres son sus reivindicaciones principales: la recuperación del tres por ciento de su salario, la famosa «tasa Cospedal»; el retorno de los días de libre designación y la aplicación del acuerdo en la administración general del Estado para la subida del sueldo en un uno por ciento . Tres medidas que el Gobierno regional «debería haber implementado a 1 de enero de 2016 para ponernos al mismo nivel que el resto de empleados públicos del Estado», exige un representante de los trabajadores.

También tres medidas, avanzan los sindicatos, sin las cuales no se aprobará el VII convenio colectivo, que se empezará a negociar este mes. «Son las cuestiones básicas para empezar a negociar. Ellos (por el PSOE) tenían una promesa electoral que esperamos que cumplan. Son, o deberían serlo, contratos con los ciudadanos», avisa Mario Gutiérrez, presidente de CSI.F en el sector de Educación tanto en Castilla-La Mancha como en España.

Con respecto a la subida del sueldo del tres por ciento, Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, ha dicho que había que «compatibilizar la recuperación de derechos de los que tienen empleo con los que no tienen nada», y que «ya ha habido un paquete importante de medidas para los funcionarios públicos».

La negociación del convenio colectivo, pues, no se avecina sencilla. Ramón González, de CCOO, recuerda que el convenio «tiene que ser firmado por ambas partes». «CCOO tiene un 43 por ciento de representación en el personal laboral y es parte imprescindible para poder sacar adelante el convenio. El Gobierno no va a tener más remedio que escucharnos y no puede tratar este asunto como lo hace en una mesa general, donde si hay acuerdo, bien, y si no, también. Si no hay convenio, el Gobierno tendrá que explicarlo. Nosotros esperamos que ante esa responsabilidad el Gobierno cambie de actitud», añade.

Aparte de estas tres reivindicaciones, hay otra cuestión. «También vamos a pedir un convenio que mantenga la profesionalidad del personal laboral y que blinde determinadas interpretaciones que el Gobierno anterio hizo y que nos llevó a los tribunales continuamente. Sobre todo queremos un convenio claro y sencillo de interpretar con unos límites bien marcados en determinadas cuestiones, como la modificación de condiciones de trabajo, que el anterior Gobierno utilizó de forma torticera», explica González, de CCOO.

En definitiva, si el Año Nuevo es utilizado para hacer balance, el que los sindicatos hacen del Gobierno de García-Page no es positivo. «Si hay cambio de Gobierno, pero no se produce ningún avance, no podemos ponerle un aprobado», dice Mario Gutiérrez, de CSI.F . Ramón González, de CCOO, coincide: «Lo único que pedimos es que se nos ponga al mismo nivel que al resto de empleados públicos de España. No queremos ser más que nadie, pero menos tampoco, y mientras no se nos ponga a ese nivel, no podemos aprobar a este Gobierno».

Desde CSI.F, Mario Gutiérrez reclama que la rebaja de la jornada laboral a 35 horas no incluye al personal docente. «Una cosa es legislarlo y otra aplicarlo a cada sector. En Educación no hay nada: no ha habido ningún avance en cuanto al horario lectivo del profesorado, ni en cuanto a reducción de ratios, ni en otras cuestiones. Cospedal antes y Page ahora hablan de recuperar derechos, pero no hemos recuperado nada», dice.

Gutiérrez, que es responsable de este sector en el sindicato, explica: «Dentro de nuestra jornada laboral, lo que más repercute en la calidad de la educación son las horas lectivas, y en Castilla-La Mancha tenemos el horario más alto de España. Son 21 horas en Secundaria y 25 en Primaria. En España, todo el mundo está en 20 (incluso algunos en 19 ó 18), y sin embargo en Castilla-La Mancha estamos en 21. Esto es el tiempo que se está con alumnos y, por supuesto, no son todas las que se trabajan a lo largo de la semana».