A prisión por instalarse en un pueblo deshabitado
Seis vecinos de Fraguas, una aldea abandonada en 1968, en la Sierra Norte de Guadalajara, pueden enfrentarse a 26 años de cárcel
Con 20,99 habitantes por kilómetro cuadrado, la provincia de Guadalajara es la tercera de España —después de Soria y Teruel— con menos densidad poblacional. «Por algo llaman a esta zona la Laponia española», señala a ABC Jaime Merino, uno de los representantes del colectivo de repobladores de Fraguas , un antiguo pueblo ubicado en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara que quedó deshabitado a finales de los años 60.
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Seis de los miembros de este colectivo tendrán que comparecer este viernes ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Guadalajara para declarar. Cada uno de los imputados se enfrenta a una pena de 4 años y 4 meses de prisión y el pago de una indemnización de 10.000 euros con el que se derribaría los edificios de la aldea que han reconstruido desde que se instalaron allí en 2013. Los delitos de los que se les acusa son usurpación de monte público sin permiso, otro contra la ordenación del territorio y otro de daños que se supone que han realizado en el entorno.
Fue en mayo de 2013, justo ahora hace cinco años, cuando un grupo de unos pocos jóvenes universitarios decidió instalarse allí y reformar los pocos edificios que quedaban en pie. Según explica Merino, «Fraguas fue deshabitado tras una expropiación forzosa por parte del Gobierno en 1968, cuando se cedió al Ejército para realizar maniobras militares» . Actualmente, son quince las personas que viven en Fraguas, donde decidieron instalarse, explica Merino, «por su ubicación, ya que está orientado cara al sur, con tierras fértiles y agua potable de los antiguos manantiales del pueblo».
Sin permiso de la Junta
Antes de instalarse por inciativa propia en Fraguas, el colectivo presentó un anteproyecto de cesión al Gobierno de Castilla-La Mancha —actual propietario—, pero Merino aclara que desde la Junta «siempre han denegado el permiso y nos denunciaron, pese a que ahora ve con buenos ojos el proyecto».
«Nos sentimos muy legitimados porque los dueños más legítimos de Fraguas eran sus antiguos vecinos y ellos nos han mostrado su apoyo en todo momento», afirma Merino, quien también agradece el apoyo de otros vecinos de pueblos cercanos e incluso de alcaldes de la zona. De hecho, según manifiesta, «la iniciativa genera simpatía en esta comarca porque la mayoría de los pueblos no superan la decena de habitantes» .
Para conseguir ayuda a su iniciativa, desde el colectivo de repobladores de Fraguas han puesto en marcha una recogida de firmas a través de la plataforma «change.org» , con la que buscan llegar a 75.000 apoyos y hasta última hora del martes llevan más de 68.000.
Otro de los apoyos que han recibido los repobladores de Fraguas viene de parte del diputado guadalajareño de Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha, David Llorente, quien este martes exigió al Gobierno regional que retire la denuncia contra ellos y afirmó: «Podemos no puede ser cómplice silencionso de esta represión» .
Por su parte, desde el PP muestran su preocupación por la despoblación y abogan por bucar soluciones en Fraguas «por las vías legales», mientras que el PSOE defiende el diálogo para resolver el asunto, «respetando el medio ambiente, la ley y el entorno».
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