Los espumosos de Castilla-La Mancha ganan terreno al cava catalán

De esta situación se están beneficiando los vinos espumosos elaborados en otras regiones de España. Entre ellas, destaca Castilla-La Mancha, cuyas bodegas llevan muchos años elaborando este tipo de productos, pero es ahora cuando están viviendo su momento más dulce. Denominaciones de origen como La Mancha y Valdepeñas, además de la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra de Castilla, son un claro ejemplo de ello. Pero destaca especialmente la Marca de Calidad Diferenciada Cueva de Villanueva de Alcardete , que este año prevé superar el millón de botellas vendidas, al igual que la DO La Mancha.

La producción de vino espumoso en Castilla la Mancha se articula alrededor de este municipio toledano, cuyas bodegas son pioneras en la elaboración de espumoso en la región. Producen desde 1987, a partir de uvas macabeo y airén, buena parte de la totalidad de este tipo de caldos en la comarca manchega. Poco a poco se han ido sumando muchas bodegas tanto de Toledo como de Ciudad Real, Cuenca o Albacete que, aunque no alcanzan producciones importantes, dan una idea de la variedad de espumosos que alberga esta región.

Tal y como ocurrió en otras partes de España, la eclosión llegó con el boicot al cava del año 2004, situación que aprovecharon los productores para hacerse un sitio en el mercado. En la actualidad, tras varios años de importantes subidas de producción y de creación de nuevas bodegas, la situación se ha estabilizado, pudiendo decir que los espumosos castellano-manchegos tienen un buen lugar en el mercado regional y nacional, e incluso a nivel internacional.

En este sentido, según informa el Gobierno regional, las cifras del vino espumoso de Castilla-La Mancha en el ámbito de las exportaciones son muy positivas, ya que se ha pasado de vender fuera de España 59.000 litros en 2001 a un volumen de exportación de 22,7 millones de litros , por valor de 9,3 millones de euros, en los últimos años.

El presidente de la Asociación Marca de Calidad Diferenciada Cueva de Villanueva de Alcardete, Domingo Picazo, considera que la situación política en Cataluña está beneficiando a los vinos espumosos que ellos elaboran. «Hay mucha gente que rechaza los productos catalanes y especialmente el cava, porque los catalanes han hecho del cava una bandera desde hace mucho tiempo y cuando se juega con las banderas se puede convertir en un problema», afirma.

Según informa, en Villanueva de Alcardete están trabajando desde el mes de septiembre a dos turnos e incluso a tres, debido a los pedidos que tienen las bodegas ante las fiestas de Navidad. Esta situación, comenta, viene produciéndose desde 2013, pero año a año la situación se va incrementando. Así, han pasado de vender 670.000 botellas en 2013 a un millón en 2014 y en 2015 las previsiones indican a superar esas cifras «con creces», subraya Picazo, quien destaca además que han crecido en torno a un 7% en el mercado exterior.

Los «cavas» de Villanueva de Alcardete se pueden encontrar desde hace siete años en tiendas especializadas de vino y en grandes supermercados de Castilla-La Mancha y Madrid, además de en restauración. Asimismo, el presidente de la asociación Cueva de Villanueva firmó un acuerdo el pasado año con Makro, Hiper Usera y El Corte Inglés para que sus vinos espumosos se vendan en estas superficies comerciales de toda España.

Picazo asegura que sobre todo han incrementado las ventas en los productos de más calidad de Cueva, como son los Brut Nature y los Reserva , superando el millón el número de botellas las que vendan este año. Las previsiones que manejan reflejan que van a duplicar las ventas en marcas como Latúe, Alcardet o Carolus e incluso, señala, es posible que no puedan atender toda la demanda y se queden sin producción, aunque reconoce que «en las últimas fechas se ha frenado un poco la cosa».

La Marca de Calidad Diferenciada Cueva distingue en el mercado a seis bodegas de Villanueva de Alcardete elaboradoras de vinos espumosos por el método tradicional. Comparándolos con los cavas catalanes, Picazo afirma que, en numerosas catas que han hecho, «ocho de cada diez personas prefieren los espumosos castellano-manchegos, porque son muy fáciles de beber y entran mejor al ser menos ácido s». Además, otro punto a favor, indica, es el precio, ya que son «más asequibles».

De hecho, el presidente de la asociación Cueva recuerda que en 1987 las bodegas de Villanueva de Alcardete iniciaron conversaciones para entrar en el Consejo Regulador del Cava, pero les obligaban a elaborar sus productos con las variedades de uva catalanas (parellada y xarel·lo) y por eso se negaron. Los vinos espumosos de Castilla-La Mancha se elaboran con variedades de esta región, siendo la gran mayoría de uvas airén y macabeo , que se caracterizan por una acidez muy equilibrada, aunque desde hace siete años también se utiliza la chardonnay.

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha, Gregorio Martín-Zarco, señala que el vino espumoso castellano-manchego «viene creciendo desde hace años, y no solo por la situación en Cataluña, sino por ser más competitivo gracias a su excelente relación calidad-precio».

Desde la DO La Mancha llevan a cabo una promoción publicitaria intensa de sus vinos, entre los que destacan los espumosos, y más en estas fechas anteriores a la Navidad. De ahí, que la producción de este tipo de vino haya crecido entre un 20 y un 30% en estos últimos dos años. Y una gran parte de esa producción, según indica Martín-Zarco, va a parar a la comunidad vecina de Madrid, principal consumidora del «cava» manchego.