Un hecho histórico fundamental

Merece resaltar la importancia de los rasgos de ejemplaridad que la Princesa Leonor ha mostrado con toda naturalidad y firmeza: la disciplina, el sentido del deber, como su padre Felipe VI, y la asunción de plena conciencia del papel que representa. La «libertad de aquiescencia» que decían los clásicos, ese necesario pacto con la realidad que al ser humano se le plantea a lo largo de su vida y que en este caso es la conciencia del deber. Es además una joven con empatía y conocimiento formado en una educación disciplinada, amplia en todos los sentidos, y con libertad y entusiasmo.

La continuidad de nuestro sistema de una Monarquía parlamentaria y constitucional, es fundamental y lleva consigo la democracia y la posibilidad de proseguir en paz y bienestar, como ha demostrado la institución en diferentes países. Ya mencioné en otro momento que en nuestra historia de España, cuando por circunstancias políticas casi siempre o por incompetencia, ha quebrado la Monarquía, ha sido mucho peor para todos. Nuestra clave de bóveda ha sido generalmente esa mixtura sostenida por una Monarquía que puede combinar la democracia e igualdad de los ciudadanos con la excelencia.

Carmen Iglesias es Directora de la Real Academia de la Historia y miembro de número de la Real Academia Española.