El Rey pone en marcha el mecanismo para elegir presidente

La maquinaria arrancará a las diez y media de la mañana. A esa hora está previsto que Patxi López llegue al Palacio de La Zarzuela para informar formalmente al Rey de la constitución del Congreso y de la composición de la Mesa de la Cámara. Pero López también entregará a Don Felipe una lista con los nombres de los representantes de los partidos políticos con representación parlamentaria que participarán en la ronda de contactos con el Jefe del Estado.

Dicha lista habrá sido elaborada por el presidente del Congreso, que supuestamente la habrá consultado con los partidos políticos, pero el Rey no participa en su elaboración. Posteriormente, Don Felipe deberá comunicar al presidente del Congreso el calendario de la ronda de consultas con la fecha y la hora a la que recibirá a cada uno de los representantes políticos.

A partir de ese momento, la ronda de consultas puede empezar en cualquier momento , sin necesidad de esperar a que se decida la composición definitiva de los nuevos grupos parlamentarios. De hecho, el Rey ha dejado su agenda libre de actividades públicas durante toda la semana con el fin de estar disponible de forma permanente. Tras las últimas elecciones generales, en 2011, Don Juan Carlos inició la ronda de consultas al día siguiente de recibir al presidente del Congreso.

La ley no establece ningún plazo para que el Rey convoque la ronda de consultas ni sobre la duración de estos contactos, pero se prevé que Don Felipe lo haga de forma inmediata con el fin de dotar al país lo antes posible de un nuevo Gobierno tras las elecciones. El Rey citará a los políticos, por separado, en el Palacio de La Zarzuela, empezando por los representantes de los partidos más pequeños y terminará con los que han obtenido más escaños. De esta forma, los últimos que pasarán por el despacho del Monarca serán, por este orden, los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera; Podemos, Pablo Iglesias ; PSOE, Pedro Sánchez , y PP, Mariano Rajoy.

Tras escuchar a todos ellos, Don Felipe tendrá una idea clara de los apoyos con los que cuenta cada candidato, aunque por primera vez desde la restauración de la democracia ninguno de ellos cuenta a priori con suficientes para ser investido. Después de los partidos políticos, la ronda de contactos la cerrará el presidente del Congreso, a quien el Rey deberá proponer un candidato a la presidencia del Gobierno. Será entonces cuando Patxi López convoque el Pleno de la Cámara para la sesión de investidura.

Si el candidato a presidente del Gobierno no lograra la confianza del Congreso ni en la primera ni en la segunda votación, el Rey realizaría una segunda ronda de consultas para proponer otro nombre. Y en el caso de que, transcurridos dos meses desde la primera votación no se hubiera investido a ningún candidato, el Rey tendría que disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.