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La mala educación: lo que nunca se debe hacer en un Palacio, sea de un Rey o de un presidente de República

El afán de algunos políticos por marcar diferencias les lleva a cometer excesos que les censurarían en las Jefaturas de Estado de los países más avanzados de nuestro entorno

Detalle de los pantalones vaqueros con dos desgarros que llevó Xavier Domènech a La Zarzuela POOL
Almudena Martínez-Fornés

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Algunos políticos de nuevo cuño están empeñados en llamar la atención y marcar diferencias con las costumbres habituales. Ya no se trata únicamente de prescindir de la chaqueta o la corbata, sino que cultivan una imagen estudiadamente abandonada , cuyas prendas fetiche son ... los vaqueros desgastados o incluso rotos y las zapatillas deportivas o de campo. Toda la ropa que guardan en su armario tiene un aire envejecido , aunque la hayan comprado recientemente. En su estilismo, predominan los tonos grises y pardos, y huyen de los colores bien definidos.

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