Carmen Fúnez: El ascenso definitivo de una todoterreno de partido

Para quienes hayan conocido a Carmen Fúnez en los últimos meses, la verán como la dirigente del PP encargada de las políticas sociales. Y quizás les pueda extrañar que ahora ella asuma funciones más orgánicas. Pero esa es una aproximación equivocada. La nueva vicesecretaria de Organización es una persona con un profundo conocimiento del partido. «Conoce muy muy bien la organización», destaca un alto dirigente del partido. Una persona muy cercana corrobora que «conoce la estructura como nadie».

Con apenas 25 años fue elegida presidenta de Nuevas Generaciones. Cuando accedió a ese puesto sucedía en el mismo a Juanma Moreno. Y fue la presidenta por aquel entonces de alguno de los nuevos barones del PP, como Jorge Azcón. Quienes han trabajado con ella dicen que es «humilde», «trabajadora», «discreta» y que «pone pasión en todo lo que hace». Junto a Cuca Gamarra serán las principales referentes del aparato. Y ambas seguirán teniendo proyección mediática.

Aunque ya se había visibilizado como una de las figuras de confianza del líder, ahora esa influencia es refrendada en el organigrama. En sus nuevas funciones «será la encargada de dinamizar y mejorar la estructura del partido tanto en España como en el exterior», explican desde el PP para describir su nombramiento. Es una persona que conoce la organización desde la raíz. Antes incluso de existir, como ejemplifica el hecho de que puso en marcha la agrupación de Nuevas Generaciones en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) el pueblo en el que nació hace 49 años.

Un punto en el que sus funciones adquirirán un valor cualitativo distintivo respecto a la anterior etapa es Fúnez se encargará de «la formación de los activos políticos del PP, de la mejora de los sistemas de participación de los afiliados y de la implantación de la estrategia electoral en todo el territorio». Algo que encaja con las competencias que ahora abandona como vicesecretaria de Política Social y Reto Demográfico. Hasta ahora era una de las dirigentes con más peso en la parte programática y que mejor encarnan la apertura de la base electoral que pretende Feijóo. Y el objetivo es que ahora extienda ese bagaje por toda la estructura de cargos y militancia del partido.

En la primera dirección del PP ocupó el área de Acción Electoral y a principios de este año empezó a coordinar junto a Íñigo de la Serna el programa-marco de las próximas elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo. Pero muy pronto dio el salto. En marzo de este año Feijóo la ascendía al rango de vicesecretaria con asiento en el Comité de Dirección. Llegaba por fin a esa cúpula, de la que fue integrante virtual en 2018. Cuando Soraya Saénz de Santamaría la llegó a incluir en su hipotético núcleo duro si se hacía con la presidencia del partido.

No pasó. Y desde 2018 hasta 2022 Fúnez pasó una de las etapas más complejas de su carrera en el PP. Fue apartada como tantos otros dirigentes. Y durante esos años fue asesora en la Cámara Alta. Un rango sorprendente para quien durante años había ocupado un escaño en esa Cámara. Y es que siendo presidenta de Nuevas Generaciones (2001-2006) fue elegida

senadora por la provincia de Ciudad Real en el año 2004. Un acta que mantuvo hasta las elecciones del año 2015.

En su etapa en las sombras, hasta que Feijóo la recuperó, confluyó no solo que fuera sorayista en ese proceso. Sino que en su caso confluía una relación complicada durante años con Maria Dolores de Cospedal. Algo que con ella como referente indiscutible en su federación y secretaria general del partido durante diez años ha hecho que durante años Fúnez no siempre haya ostentado las posiciones que muchos en el partido pensaban que merecía. En su trayectoria destaca haber sido ponente de la Ley de Igualdad efectiva entre Mujeres y Hombres y de la Ley de Economía Social y presidenta de la Confederación de Mujeres en Igualdad.

Pocos dudan de que de haber llegado al Gobierno habría sido una integrante del Consejo de Ministros. Y si alguno tenía dudas hoy las ha desterrado. Porque Feijóo demuestra que su confianza en ella es creciente. El presidente del PP da muestras también de querer proyectar e incrementar los referentes femeninos de la organización. Ahora será uno de los puntales en la nueva etapa de oposición. Fúnez es una mujer de partido que lleva más de dos décadas cerca de los puestos de responsabilidad del partido. Pero nunca como hasta ahora había llegado tan alto. En año y medio Feijóo la ha recuperado para después, en tres ocasiones, ir otorgándole cada vez más responsabilidades. Ahora será la responsable de activar y sintonizar todas las estructuras del partido con el proyecto de Feijóo, que tiene como prioridad ensanchar la base de la formación y que pueda ser atractiva tanto para quienes se fueron a Vox como para los socialistas decepcionados.