Este es el pueblo de Cantabria más barato para alquilar una casa en la playa este verano

En los últimos años, el precio de casi todo se ha encarecido. De hecho, se espera que este sea el verano más caro de la historia donde una quincena en la costa podrá rondar los 2.500 euros, según un informe de Tecnitasa.

En España hay opciones para casi todos los gustos, también en cuanto al bolsillo se refiere. Aunque el sur es el punto por excelencia para veranear, hay quienes prefieren visitar el norte y huir de las temperaturas extremas que se alcanzan en otros puntos de la península.

Quienes escojan esta opción deben saber que en el norte -especialmente en la zona Cantábrica- se concentran precios de lo más elevado. De hecho, Cantabria es una de las comunidades que destaca en el informe como una de las zonas más caras: los precios se disparan un 12% y se paga unos 1.900 euros por semana para un apartamento de 70 metros cuadrados en playa de Comillas.

Aún así, hay opciones para aquellos con el presupuesto más ajustado. En oposición a los precios que se encuentran para veranear en la playa de Comillas se encuentran los 821 euros por una semana en un apartamento de 41 metros cuadrados en la playa de Portio, ubicada en Liencres y situada en el municipio de Piélagos. Ese sería -según este informe de Tecnitasa- la localidad más barata para veranear en Cantabria.

Aún así, el precio contrasta con el de otros lugares de España baratos para veranear. Por ejemplo, según el informe el punto más barato para alquilar una casa en Murcia es la Playa de La Colonia por unos 550 euros la semana y 90 metros cuadrados.

Quienes decidan veranear en esta playa se encontrarán un entorno natural muy cerca de Parque Natural de las Dunas de Liencres. Santander está solo a 20 minutos por lo que este entorno tranquilo también permite acercarse a la ciudad para hacer otro tipo de planes de ocio y culturales.

La playa, como indica el portal Cantabria Rural, «posee escasos servicios en un entorno casi virgen, bonito y tranquilo», lo que la puede hacer una opción ideal para quienes buscan la desconexión más absoluta.

En cuanto a sus características, se trata de una playa semiurbana de 150 metros, con un oleaje moderado, de arena dorada, con vigilancia pero sin servicios como duchas, sombrillas, hamacas, kioskos o aseos.