Piden 24 años y medio de cárcel para un hombre en Tenerife por abusar sexualmente de sus nietas cuando las dejaban a su cargo
Los hechos se iniciaron cuando uno de sus hijos se separa de su pareja y empieza a residir con sus padres
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La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de 24 años y medio de cárcel para un hombre por abusar sexualmente de dos de sus nietas y una tercera menor, hija de la pareja de una de sus hijas.
El sumario, ... recogido por Europa Press, señala que los hechos se iniciaron cuando uno de sus hijos se separa de su pareja y empieza a residir con sus padres en una finca familiar en el municipio de Candelaria.
Ahí, aprovechándose de que tanto su hijo como su esposa abandonaban la casa para ir a trabajar y de que la niña dormía fines de semana alternos en la vivienda, comenzó a realizar los abusos por las mañanas, ordenando siempre a la menor que se lavara la zona genital para que no quedara «rojez o lesión alguna» que pudiera alertar a terceros de su comportamiento.
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El hombre llegó incluso a causar daños en varias puertas para acceder al lugar en el que se encontraban las mujeres
El hombre también cometió los abusos en su propio coche, en la ducha de su casa y en un cuarto donde guardaba aparejos de pesca en Santa Cruz de Tenerife.
Para evitar que la menor contara los hechos le decía que no dijera nada porque podría «meter a abu en un problema muy grande», hasta el punto de que le ofrecía dinero o regalos.
Los abusos con esta nieta cesaron cuando su hijo mayor también empezó a residir en la vivienda tras romper su relación sentimental.
Así, «repitió la misma mecánica» que con la primera nieta, señala la Fiscalía, que apunta también que el procesado aprovechaba que se quedaba a solas con la niña en la casa para cometer los abusos.
Al igual que con la primera nieta le decía que «no podía contar nada porque era un secreto» y le ofrecía un teléfono móvil o dinero cuando la menor se negaba hasta que lograba imponerse «dada la figura de autoridad y respeto» que representaba para su nieta.
Una vez cesaron los abusos, las dos nietas confesaron mutuamente haber sido víctimas de los actos de su abuelo si bien no se atrevieron a contarlo a sus padres o a terceros «por el temor a las consecuencias que ello pudiera tener para la paz familiar y para la salud y estabilidad tanto de sus padres como de sus abuelos paternos», indica la Fiscalía.
No obstante, ante el inminente nacimiento de la hermana de una de las nietas fruto de la nueva relación sentimental de su hijo, comunicó los hechos a su padre, que interpuso una denuncia ante la Guardia Civil.
En ese momento, la hija de la pareja de la hija del procesado también comunicó a su padre que había sufrido abusos sexuales durante algunos fines de semana que pasaba en la casa, debajo del agua en la playa, en su propia vivienda familiar con motivo de alguna visita y también en la caseta de pesca.
Masturbaciones
Además le pedía que se masturbara cuando la llamaba por teléfono, le preguntaba si había tenido la menstruación o si ya había mantenido relaciones sexuales con alguien e incluso, en una ocasión, se masturbó delante de ella. Los abusos sexuales terminaron cuando la menor ya podía quedarse sola en su domicilio.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de tres delitos de abuso sexual a menores de 13 y 16 años y pide también que se prohíba la comunicación y aproximación a las víctimas a menos de 500 metros y durante diez años, otros 16 años de libertad vigilada y el abono de una indemnización de 30.000 euros para cada una.
El juicio se celebra el próximo miércoles, a las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
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