CIENCIA
Lanzarote, la Luna en la Tierra
El simulador basáltico LZS-1 es base de estudio para la habitabilidad lunar y para una futura base permanente o semipermanente
El Apolo 14, entre enero y febrero de 1971, fue la primera misión que logró alunizar en las tierras altas lunares con Alan B. Shephard, Edgar D. Mitchell y Stuart A. Roosa a bordo. Ahora, 51 años más tarde, las piedras y el material que ... estos tres astronautas se trajeron de vuelta a la Tierra de esas zonas nunca antes exploradas son la llave a un futuro cada vez más cercano.
Los científicos buscan en la Tierra análogos para el desarrollo de futuras bases lunares permanentes o semipermanentes, un terreno de ensayo que haga posible probar instrumentos científicos, y también otras capacidades de los astronautas en un entorno similar al contexto geológico, geomorfología, mineralogía, geoquímica, en Marte, la Luna e incluso asteroides. Encontrar esta base de ensayos es crucial para ese «gran paso para la Humanidad» que está decidido que se dará más allá de la estratosfera.
La isla canaria de Lanzarote ha sido el lugar elegido para un simulador de suelo lunar y así lo han explicado en sus 'Scientific Reports' la revista científica 'Nature' en un trabajo de Fernando Alberquilla, Jesús Martínez-Frías, Valentín García-Baonza y Rosario Lunar.
En las Peñas de Tao en Lanzarote está el secreto. En una campaña de campo en la que se seleccionaron 3 kilos de rocas basálticas, posteriormente analizadas, se descubrió que su composición a nivel mineralógico y geoquímico es lo más similar en este planeta a aquellas rocas recogidas en la misión Apolo 14. El análisis de sus propiedades físicas podrían ser determinantes para una futura habitabilidad lunar.
Este simulador de suelo lunar no ha sido el primero, desde 1990 se trabaja en ellos, sin embargo la mayoría de estos simuladores ya están agotados o solo pueden usarse desde un punto de vista de ingeniería y no científico. Las pruebas de las rocas analizadas coinciden, también en densidad, velocidad de pulso de ultrasonido, porosidad y resistencia a la compresión uniaxial de un modelo de basalto lunar, y esto convierte a Lanzarote en el mejor análogo terrestre de la Luna para diferentes estudios.
La fabricación del simulador LZS-1 complementa varias actividades, abriendo nuevas líneas de investigación vinculadas a la realización de ensayos geológicos y astrobiológicos. ¿Es posible vivir en la Luna? Los astronautas podrán estudiar la viabilidad de cuestiones que son básicas para empezar a soñar.
La extracción de oxígeno de los óxidos basálticos para dar soporte vital a los astronautas, ensayos sobre el potencial uso de este material como material de construcción y el desarrollo de experimentos relacionados con cultivo de alimentos en la Luna, son algunas de las puertas que se abren en este «espejo» lunar de Lanzarote.
En este trabajo, Fernando Alberquilla, Jesús Martínez-Frías, Valentín García-Baonza y Rosario Lunar han identificado que esta región de la isla de Lanzarote comparte «mayores similitudes con algunos de los tipos de suelo lunar». Estos investigadores de la UCM y del IGEO han señalado que el desarrollo de esta iniciativa es un hito experimental y una primicia desde el punto de vista geológico y astrobiológico.
El investigador del Departamento de Química-Física de la UCM, Fernando Alberquilla, ha explicado que «emular rocas y suelos de la Luna, Marte y otros cuerpos planetarios está destacando como un tema de vanguardia de primer nivel con implicaciones científicas, de ingeniería y sociales». El investigador del IGEO, Jesús Martínez Frías, ha señalado que «a punto del despegue de Artemis y con el regreso de la humanidad a la Luna en marcha, es importante contar con simuladores para pruebas de habitabilidad».
«El desarrollo del LZS-1 en España abre la puerta a futuras e innovadoras investigaciones que conectan la Tierra, la Luna, Marte y los asteroides y el desarrollo de futuras misiones tripuladas», asegura Alberquilla.
Estudiar en Lanzarote lo que sucede en la Luna
La isla de Lanzarote sufrió la erupción más larga que se recuerda en la historia. Su corazón volcánico aún late y aún desprende calor varios siglos después, sus coladas y jameos han creando un paisaje único plagado de infraestructuras enigmáticas.
Lanzarote es una isla nacida del mar, mediante empujones magmáticos que tal y como redactaron las expertas en geología y vulcanología Carmen Romero, Nieves Sánchez, Juana Vegas, e Inés Galindo, en 'En el Geoparque de Lanzarote e Islas Chinijo: De la Tierra al Espacio' en cuatro series. «Peñas de Tao, junto con Timanfaya, que es una de las mayores coladas de lava del mundo, pertenecen al conjunto de erupciones volcánicas históricas que tuvieron lugar en la isla durante los siglos XVII y XIX».
Peñas de Tao se encuentra justo en el centro de la isla, en las proximidades de la montaña Tamia (un complejo volcánico eruptivo en forma de herradura del Pleistoceno medio).
El LZS-1 y la investigación se enmarca en las actividades del Grupo de Investigación de Meteoritos y Geociencias Planetarias del CSIC en el IGEO y el Laboratorio de Geociencias de Lanzarote, centradas en la importancia de Canarias, especialmente Lanzarote, como uno de los análogos y laboratorios naturales más importantes del mundo para estudios de geología planetaria y astrobiología.
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