Guardias civiles denuncian el vacío en violencia de género: «Atendemos víctimas pero no se nos ha formado en nada»

Han creado «víctimas de primera y de segunda», ya que para el seguimiento de los casos de Telde (Gran Canaria), por ejemplo, «hay 16 agentes de la Policía Nacional para 215 víctimas y agresores», mientras las del sureste «son 10 agentes de la Guardia Civil para el doble de víctimas, 450». Además, mientras la Policía Nacional ha recibido formación en la materia, la Guardia Civil «nada de nada, te dicen que aprendas de el de al lado, que a su vez ha aprendido de otro o de la misma experiencia». Para la asociación «esta formación hay que darla» porque no es «recibir una denuncia únicamente, es tratar a la víctima de manera adecuada y hacer un seguimiento exhaustivo».

Los casos son aún más contundentes en Lanzarote o Fuerteventura, ya que mientras en Puerto del Rosario (Fuerteventura) para 126 víctimas hay 9 agentes de la Policía Nacional, para el área que coordina la Guardia Civil la situación es distinta, con 4 agentes para 170 víctimas y agresores que controlar. La situación es sangrante en Lanzarote, con 184 víctimas y 10 agentes de la Policía Nacional en Arrecife, en contraprestación a las 200 víctimas para 5 agentes de la Guardia Civil.

Uno de los agentes de la Benemérita ha denunciado la situación, que va camino del Tribunal contencioso ante la negativa de los superiores de enmendarla.

Este agente que ha sido ubicado en el Área de Atención al Ciudadano, que son los encargados de recoger las denuncias de los ciudadanos, incluidas las de violencia de género, no le facilitaron los accesos a los programas informáticos para realizar la valoración de riesgo policial (VPR), por una negligencia de los jefes», que ponen en riesgo la vida de estas mujeres.

No solo ocurre con esta unidad, en el cuerpo «si no sabes aprendes» y si no hay formación «que te enseñe el de al lado«. Para la asociación, los agentes deben conocer cómo tratar a las víctimas, «es la empatía, tratarla, ofrecerle el servicio», no con este sistema que «es de risa».

Para la asociación es «un trapicheo de la Guardia Civil» ya que los agentes de esta unidad deben tramitar denuncias de agresión y violencia de género «sin saber nada, porque no han recibido formación específica en Viogen». Cuando uno de los agentes pidió dicha formación «le dieron 800 folios para leer en sus vacaciones, y que si tenía alguna duda preguntase». Esta no es la manera de formar a los agentes, señala la asociación, «debería estar integrada en la jornada del personal, con un instructor, no a cargo del propio agente con 800 páginas a leer en sus vacaciones».

Los Equipos Viogen especializados en el seguimiento de los casos de violencia de género, son unidades que no tiene un catálogo de relación de puestos de trabajo, por lo que «si te quejas, te sacan». Tal y como denuncia «cuando maten a una la culpa es para el guardia, porque ningún jefe va a asumir la responsabilidad».

Todos están en la misma situación, advierte, «el 90% de los agentes carece de formación» pero «como nadie se ha quejado seguimos adelante» y «al que se queja, expediente disciplinario al canto». Nadie protesta «porque tienen miedo», ya que «los jefes solo se preocupan de ellos, los marrones son para el de abajo».

Tal y como ha denunciado la Asociación unificada de Guardias Civiles, esta situación incumple el marco Plurianual en materia de violencia contra las mujeres, que tiene como objetivos consolidar el trabajo frente a la violencia contra las mujeres en el conjunto del Estado de acuerdo al Pacto de Estado contra la Violencia de Género, actualizado el 25 de noviembre de 2021.

Dentro de los objetivos está el «reforzar la formación de todos los profesionales encargados de la protección y asistencia a las víctimas con el fin de garantizar la mejor respuesta institucional», algo que de acuerdo a la organización no queda garantizado en Canarias.

Este acuerdo supone a su vez el compromiso de fomentar la permanencia y coordinación de las acciones de sensibilización y prevención de la violencia contra las mujeres y establecer un marco de colaboración, cooperación y coordinación entre el Ministerio de Igualdad y las comunidades autónomas para una respuesta integral, eficaz y coordinada.

También significa garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de las víctimas de violencia contra las mujeres consagrados en la legislación estatal y autonómica, con el fin de minimizar el riesgo de victimización secundaria y procurar la protección, asistencia, apoyo, recuperación, y reparación de las víctimas de violencia contra las mujeres, que de acuerdo a la asociación no se está cumpliendo.