Crimen machista en Los Cristianos: 18 puñaladas porque no soportaba la idea de morir antes que ella

El asesino confeso de Clotilde, una mujer gallega de 83 años en Los Cristianos, Arona (Tenerife), le propinó 18 puñaladas mortales a su esposa, que luego se autolesionó con la misma arma. De acuerdo a su alegato, mató a la mujer porque no soportaba la idea de morir antes que ella.

La Fiscalía ha solicitado 22 años de cárcel con el agravante de parentesco y género. También le piden otros diez años de libertad vigilada y el abono de una indemnización de 100.000 euros a cada una de las dos hijas del matrimonio.

La investigación del caso ha esclarecido que el asesino de Clotilde aprovechó que la mujer estaba acostada y adormilada en el sofá, para atacarla con unas tijeras con una hoja de 8,5 centímetros, con la que le asestó varias puñaladas a la altura del cuello y mientras la víctima no podía reaccionar con celeridad. Herida, Clotilde trató de huir dirigiéndose a un patio de luces, momento en el que su agresor fue a la cocina para armarse de un cuchillo de 31 centímetros con el que volvió a atacarla, apuñalándola en el abdomen mientras la mujer gritaba en busca de ayuda y finalmente cayó desplomada.

El acusado se produjo después varios cortes a sí mismo en los antebrazos que no revestían gravedad alguna, tal y como han confirmado las fuentes consultadas.

Fueron los vecinos los que alertaron a la policía al escuchar el ruido en el interior del apartamento donde la pareja pasar temporadas todos los años. Los servicios sanitarios llegaron al inmueble y encontraron que la mujer ya sin vida en el suelo en medio de un charco de sangre y al detenido junto al arma.

De acuerdo a los datos recabados en el marco de la investigación, la relación entre ambos se había deteriorado en los últimos años y se había convertido en habitual que el detenido despreciara, humillara, dominara y sometiera a su pareja, que sufrió violencia física y psicológica adoptando una actitud de resignación ante el maltrato de su marido. Días antes de los hechos, un intenso dolor de oídos del detenido llevó a un incremento del maltrato verbal a la víctima.