«A Madrid llega muy poco el arte canario»

—En su galería ha programado exposiciones de artistas canarios. ¿Cómo ve el momento actual del arte en las Islas?

—A decir verdad, estoy un poco alejada de ese arte. Me siento canaria siempre por razones de tipo personales y familiares. No he hecho una visita exhaustiva de estudios, ni encuentros con los artistas. Lo que conozco de Canarias es porque me viene en algún dossier, porque en ARCO veo alguna obra, porque algun artista se pone en contacto...

—¿Y qué noticia se tiene en Madrid del arte canario?

—Llega muy poco. En estos años, no se ha visto mucho por aquí, esa es la verdad.

—Resulta en cierto modo paradójico, después de unos años donde se ha gastado más dinero que nunca desde la órbita pública en presuntos apoyos a los artistas locales.

—Es cierto. Y el único momento en que vemos arte canario es cuando las galerías de las Islas lo traen a ARCO. Pero yo no le doy mucha importancia al origen, veo el arte como algo universal y no necesariamente asociado a una cuestión local, a determinados territorios.

—Como sabrá, los presupuestos de cultura se reducirán notablemente en 2012. Aunque durante los años anteriores la prodigalidad haya sido la nota distintiva.

—Claro. Pero una cosa es cuánto dinero se disponía y otra es cómo se ha empleado ese dinero y qué estrategia se ha seguido para que esos dineros públicos den resultados positivos. Son dos cosas distintas.

—Como conocedora de Hispanoamérica, habrá visto que, pese a que allí no hay ese paternalismo del Estado sobre el artista, goza de una notable vitalidad.

—Increíble, y puedo decirlo porque lo veo personalmente allí. Brasil, Colombia, que son países que conozco mucho —Venezuela también conozco, pero está pasando por una situación política que hace que sus mejores artistas tengan que producir fuera— y donde veo que todo se hace desde la iniciativa propia del artista, sin ninguna subvención a galerías privadas. Y sin embargo, van a ferias internacionales y consiguen que estos artistas salgan y logren proyección internacional. Esa vitalidad es increíble y captan gran atención en polos como Nueva York o Londres, además de aparecer en las mejores colecciones de arte contemporáneo.