Presupuestos propios: literalmente

Incluso sin profundizar mucho en su análisis, puede uno darse cuenta de que sus siete primeras páginas son un vergonzoso compendio de llanto documentado con el que, siguiendo una vez más su cansina línea argumental , el Ejecutivo del señor Rivero pretende convencernos a los canarios de la pena que damos como comunidad y de cómo la culpa de todo lo que nos está pasando, no es que la tenga la mala gestión de este grupo (CC-PSOE) últimamente mal avenido que dice que nos gobierna, no.

A modo de estribillo de canción de murga carnavalera, en este caso colegiada, “la culpa de todo vuelve a tenerla Madrid ”. Ya en la página nueve de este Proyecto de Ley de los Presupuestos, se plantea el objetivo principal con el demagógico título de “salvaguardar el núcleo de los servicios públicos esenciales y preservar la igualdad de acceso de todos los canarios a estas prestaciones”.

Utilizo el término demagógico no porque no crea que el objetivo en sí mismo no se deba conseguir, ¡que faltaría más!, sino porque cuando uno bucea un poco en los números y en las preferencias que mantiene el señor Rivero y su equipo de acompañantes a la hora de distribuir los gastos, la primera bofetada te la llevas al comprobar que lo de “salvaguardar el núcleo de los servicios públicos…”, según las cifras, queda en un vergonzoso segundo plano.

Y lo de “preservar la igualdad de acceso de todos los canarios a estas prestaciones” es ya directamente un insulto a la inteligencia de los ciudadanos. Juzguen ustedes si no. Para el próximo año el Gobierno de Canarias dispondrá de unos ingresos que, aún estando mermados por la crisis en un 6,69 %, asciende a un total de casi seis mil doscientos ochenta y nueve millones de euros. De ellos, para la Administración General el señor Rivero invertirá 252.838.589 euros de los cuales casi 229.000 irán destinados al Gobierno y la Administración, como si en este capítulo no se pudiera también ahorrar disminuyendo el número de consejerías y la cantidad de sueldos de consejeros, asesores, etcétera.

Sin embargo el equipo del señor Rivero ha preferido recortar 134 millones de euros en las cuentas del Servicio Canario de Empleo que ya encabeza el ranking de los recortes del Gobierno de Canarias con un 46,3%, y que según declara la diputada autonómica del GPP Aurora del Rosario, “está siendo vaciado de contenido a favor de la fundación Funcatra , mediante encomiendas que encarecen la gestión y limitan la transparencia del proceso”.

Por otra parte, y sin entrar en la situación en las que han quedado las consejerías de Sanidad y de Educación ya de sobra conocida por todos ustedes, hay muchos otros “sin embargo” como el anterior. Otro ejemplo de las preferencias de los señor Rivero que parece haber despertado susceptibilidades es el de la Radio Televisión Autonómica que recibirá en el presupuesto del próximo ejercicio 33.374.079 euros.

Así sin comparar con nada, a cualquiera de nosotros que se nos escapan estas macro-cantidades nos podría parecer incluso normal. ¿Pero opinarían lo mismo después de ver estos datos? El dinero destinado a cubrir las necesidades de cada una de las islas no capitalinas, en ningún caso llega, tan siquiera por asomo a esa cantidad, siendo la que más se acerca la de isla de Lanzarote a la que la generosidad del señor Rivero otorga 28.602.756 euros para el próximo año.

Seguimos. Para apoyo al turismo el Ejecutivo asigna 26.202.343 euros. Es decir que, según la aritmética preferencial de este presupuesto, para el gobierno el sector turístico, nuestra principal fuente de ingresos y de puestos de trabajo es, 7.171.736 euros menos importante que la RTVC.

Evidencias como esta comparación hay decenas y, aunque algunos hayan pretendido tacharlas de obsesivas, basta con leer el Proyecto de Ley y comparar los datos y las cifras. Ahora bien, a la vista de estos denigrantes presupuestos, viendo cómo el mismo núcleo de Coalición Canaria está dividido con respecto a la continuidad del señor Rivero al que ya ni en su propio partido consideran como su líder y habiéndose visto obligado a heredar de su antecesora una Consejería de Educación que desde 2009 no levanta cabeza, inevitablemente surgen varias preguntas: ¿ hasta dónde está dispuesto a aguantar el señor José Miguel Pérez mostrándose a él y a su partido como copartícipes de esta cabezonería suicida a la que nos está llevando el señor Paulino Rivero?

¿Se puede considerar como lealtad a esta actitud? Y de ser así, ¿no cabría preguntarse profundamente con quién o con qué se está pretendiendo ser leal? Más directamente, señor Pérez, ¿es este empeño un compromiso de lealtad con la defensa de los intereses generales del pueblo canario?