Bolaños no cree que Ábalos esté chantajeando a Sánchez con los wasaps, pero insiste en que hay que investigarlo

Sí ha insisto Bolaños, como ya hizo el pasado martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en que esta filtración «puede ser un delito» que debe ser investigado. «Estamos hablando de los mensajes privados de una persona», ahondó también la ministra portavoz, Pilar Alegría, en esa misma comparecencia.

«Es un ataque despiadado, cruel y sin límites a la intimidad y privacidad del presidente del Gobierno. No nos podemos acostumbrar», ha asegurado tajante el ministro en los micrófonos de Onda Cero. Así pues, no ha descartado «ninguna opción» de vía legal contra esta filtración que considera un «ataque contra las bases de nuestra democracia y la Constitución», al que no la sociedad «no se puede acostumbrar».

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«Ya veremos quién es es el causante, quién ha filtrado y qué busca», ha aseverado el titular de Justicia. Precisamente el exsecreatraio de Organización del PSOE puntualizó este miércoles que tan solo había confirmado la veracidad de los mensajes entre él y Sánchez.

Aún sí, Bolaños no rebaja el tono. «Si Ábalos autorizó la filtración, sigue habiendo delito», y denunció que las explicaciones que dio en redes sociales el exministro resultan «una ceremonia de la confusión». «A mí no me queda claro nada. Puede haber un delito y debe haber una investigación y queremos que se llegue asta el fondo. Es un ataque a las bases de nuestra democracia y la constitución», aseveró el triministro.

«Es un delito perseguible de oficio, la denuncia la podría presentar cualquier ciudadano, se está cometiendo un delito a vistas de todo el país. Es un delito que se puede estar produciendo y está en portadas de la prensa nacional».

Preguntado por la diferencia entre este caso en el que se ve implicado el presidente del Gobierno y el de la filtración de los correos personales entre el Ministerio Fiscal y la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, -por el que está siendo investigado el fiscal general del Estado-, el ministro ha apuntado que son «muchas» las diferencias. «La primera es que el filtrador es el jefe de gabinete de Ayuso y también me parece bien que se investiga», ha asegurado.