La UDEF cierra en España y Bélgica el mayor banco del crimen organizado
Diecisiete detenidos y puros por valor de más de 620.000 euros; la red movió 21 millones de dólares en dos años
Europol destaca la importancia de su desmantelamiento, pues daba soporte económico a varias redes criminales
La Policía desarticula una «poderosa» organización criminal que actuaba como banca clandestina

Seguían los pasos de una ruta migratoria invisible por la que una organización dedicada al tráfico de seres humanos trasladaba a personas como mercancía desde Argelia a España en narcolanchas y sus beneficios -se calcula que de hasta 10 millones de euros- llevaron a los ... agentes hasta un banco clandestino que daba soporte económico al crimen organizado por todo el mundo.
Fue el análisis de los dispositivos intervenidos, que permitieron seguir la trazabilidad de los fondos, lo que condujo a los investigadores hasta una red aún más potente, encargada de financiar a otros entramados también dedicados al tráfico de drogas y capaz de mover grandes cantidades de dinero en pocos meses. Para ser exactos: hasta 21 millones de dólares en dos años.
Así, de la operación contra el tráfico ilegal de personas, bautizada como Orontes -por un río que atraviesa Siria- e iniciada por la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional, surgió la operación Karasu, en honor a uno de sus afluentes. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) pasó entonces a liderar las pesquisas contra estos 'banqueros' del crimen.
Contabilidad
Su líder, un ciudadano de origen jordano-palestino considerado por Europol un objetivo de alto valor, guardaba en su domicilio en Ambares (Bélgica) unos apuntes con la contabilidad del dinero negro, donde resgistraba las transacciones realizadas con distintos clientes. En sólo tres meses, por ejemplo, llevaron a cabo 32 operaciones por valor de más de 5,5 millones de euros.
Era él quien organizaba todo y coordinaba los pagos en las distintas partes del mundo, para lo cual se valía de personas de su confianza y utilizaba el método de 'hawala', un sistema financiero milenario de transferencias informales de dinero difíciles de rastrear.
Este sistema financiero paralelo, habitual entre las organizaciones terroristas, se ha venido incorporando como alternativa para mover y blanquear dinero del crimen organizado -advierten los expertos-, pues opera como una banca clandestina que funciona al margen del circuito legal y permite transferir fondos por distintos países, sin necesidad de que el dinero cruce físicamente las fronteras.
Según los investigadores, cada vez es más común que las redes delincuenciales externalicen este tipo de servicios y contraten a estos banqueros criminales para que blanqueen sus ganancias. Esto se debe, principalmente, a la eficacia de los sistemas antiblanqueo y las dificultades que enfrentan las organizaciones para introducir el dinero en el sistema financiero, debido a los controles del Sepblac -la unidad de inteligencia financiera encargada de detectar actividades ilícitas relacionadas con el lavado de dinero- y de los organismos fronterizos. También por miedo ya que, en ocasiones, se producen vuelcos: es decir, los delincuentes se roban entre ellos.
Comisiones del 1 y 3%
En el caso que nos ocupa, para dar soporte económico al tráfico de seres humanos, el cabecilla contaba con la colaboración de dos ramas diferenciadas: una de origen árabe, encargada de recibir el dinero en cualquier parte del mundo y pedir que se facilitara en España; y otra de origen chino, cuyos miembros, asentados en Fuenlabrada (Madrid), actuaban como mulas y transportaban importantes sumas ocultas en vehículos hasta los clientes finales por todo el territorio nacional, recibiendo a cambio unas comisiones de entre el 1 y el 3%, pagadas en criptomonedas.
Dos de estos ciudadanos de origen chino también eran considerados por Europol objetivos de alto valor. En total, la Policía Nacional, en colaboración con Europol, detuvo -tras meses de investigación bajo secreto- a 17 personas, una vez que se explotó la operación Karasu el pasado 14 de enero.
Hasta 250 agentes participaron en el dispositivo, que pudo ser visionado en tiempo real en un centro de mando que fue instalado en Almería, donde el Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad dirige las pesquisas. Allí, los investigadores contaron con distintos monitores que permitieron tener información precisa al instante, lo que facilitó que la juez y la fiscal del caso pudieran tomar decisiones de forma inmediata. Así ocurrió, por ejemplo, cuando los agentes encontraron en uno de los registros puros por valor de más de 622.000 euros. La instructora ordenó su incautación, ante la sospecha de que no se habían declarado en aduanas y que los investigados pretendían venderlos en el mercado chino, donde este tabaco tiene aún más valor.
Bloqueo en minutos
Gracias a la UDEF y a investigadores financieros de Europol, también se logró bloquear en cuestión de minutos los 183.000 euros que la red poseía en criptomonedas, con la colaboración de diversas plataformas del sector.
En efectivo, los miembros de esta red internacional guardaban 205.000 euros que igualmente fueron intervenidos. En total, se realizaron trece registros simultáneos en Bélgica, Madrid, Almería, Valencia, Málaga y Cádiz y se requisaron vehículos, joyas, relojes y bolsos de lujo, estos últimos valorados en más de 230.000 euros.
La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Almería, siguiendo el criterio de la Fiscalía, ordenó el ingreso en prisión provisional de 15 de los 17 detenidos en la operación Karasu. Se les atribuyen delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Ninguno tenía antecedentes. En cuanto al líder de la organización, detenido en Amberes (Bélgica), se espera de que las autoridades de este país lo entreguen.
Según las fuentes consultadas, en este momento la UDEF continúa con las pesquisas, centradas en seguir el rastro del dinero de la organización, una labor compleja debido al uso de múltiples monederos digitales y al envío de fondos a países con jurisdicciones más laxas en materia de blanqueo.
Desde Europol se insiste en la importancia del desmantelamiento de esta red internacional, considerada por los investigadores la «más poderosa a nivel internacional» en esta especialidad, la de dar soporte económico y operar como banca clandestina.
Sostienen que ha supuesto un golpe «al corazón» y la «raíz» del crimen organizado, debilitando su financiación, que es uno de los pilares fundamentales de las tramas criminales que representan una gran amenaza para la seguridad de la Unión Europea.
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