Los acusados de matar a Samuel Luiz en La Coruña se sentarán antes del verano en el banquillo
El juzgado concluye que la salvaje paliza al joven coruñés en 2021 tenía «el propósito» de acabar con su vida
Dos de los cinco acusados que van a juicio por el crimen cargan también con el agravante de discriminación sexual
Los asesinos de Samuel Luiz lo mataron con «crueldad» y una «deshumanización extrema»
Santiago
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Iniciar sesiónTres años después de la brutal paliza que la madrugada del 2 al 3 de julio de 2021 acabó con la vida del joven enfermero coruñés Samuel Luiz, cinco individuos se sentarán en el banquillo, ante un jurado popular, acusados de asesinato con ... los agravantes de alevosía y ensañamiento, en un juicio que, previsiblemente, se celebrará antes del verano. Así será porque el juzgado de La Coruña encargado de la causa ha cerrado la instrucción de un asunto que se demoró más de lo habitual por las dificultades de acceder a información sobre las redes sociales de los acusados, que hubo que reclamar en comisiones rogatorias a Estados Unidos. Pero ahora, con la instrucción ya terminada, si los cálculos del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) se cumplen, cuando se conmemore el tercer aniversario del crimen que conmocionó a la ciudad y a toda Galicia, la causa por un delito de asesinato contra cinco acusados habrá quedado, al menos, vista para sentencia.
El detonante de la mortal agresión fue un malentendido. A las puertas del pub en El Andén, en las inmediaciones del paseo marítimo de La Coruña, uno de estos individuos que tendrá que dar explicaciones ante la Audiencia Provincial, Diego M., se encaró con Samuel porque pensaba que éste le estaba grabando con un teléfono móvil. En realidad, el joven enfermero, de 24 años, que estaba acompañado de una amiga, hablaba a través de una videollamada con otra amiga que aquella noche había decidido no salir.
Fue entonces cuando Diego M., que estaba con su novia Katy S., otra de las acusadas, empezó a golpear a Samuel sin atender a las explicaciones que este le daba sobre la videollamada. No tardó en unirse a la agresión Alejandro F., alias Yumba, amigo de Diego M. Según concluye el juzgado de instrucción en el auto dado a conocer este martes, actuaron «con el propósito de causar el fallecimiento» de la víctima; o, cuando menos, lo hicieron «siendo conscientes» de que con esa agresión podían acabar con su vida. Así, «admitiendo el riesgo que ello comportaba» –recoge literalmente el auto– le dieron patadas y puñetazos en la cara y en la cabeza. Al mismo tiempo, Katy S., lejos de intentar que su novio siguiese golpeando a Samuel, trató de evitar que la amiga con quien estaba tuviera opción alguna de socorrrerle.
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Poco después, otros cuatro jóvenes –dos que eran menores en el momento de los hechos, que ya fueron juzgados y condenados por este asesinato, y otros dos que ahora sentarán en el banquillo en este juicio– se unieron al corro para seguir golpeando a Samuel. Esos dos jóvenes, pero mayores de edad, que se unieron a la paliza cuando Diego M. y Yumba ya estaban golpeando a la víctima son Kaio A. y Alejandro M. Era un escenario, según describe el auto que cierra la fase de instrucción, en el que «la víctima se encontraba rodeada y golpeada, inerme, a merced y voluntad de su grupo de agresores, en clara situación de inferioridad y desvalimiento, sin posibilidad alguna de defensa«. En ese »contexto brutal de violencia«, Samuel no tenía opción alguna de salir con vida. Dos senegaleses que pasaban por allí quisieron ayudarle, pero no pudieron hacer nada por rescatarle.
De 22 a 27 años de cárcel
Estos cuatro jóvenes acusados y Katy S. son los cinco procesados que antes del verano se sentarán en el banquillo ante un tribunal popular, en el que posiblemente será el juicio más mediático del año en Galicia. Tanto la Fiscalía como las dos acusaciones que son parte en la causa –particular y popular– reclaman para los cinco investigados penas que oscilan entre lo 22 y 27 años de cárcel. Esa horquilla tiene una explicación: todos ellos están investigados como coautores por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, pero en el caso de Diego M. y Katy S. las acusaciones suman el de discriminación por la orientación sexual de la víctima. Y a Kaio A. le atribuyen, además, un delito de robo con fuerza, al supuestamente haberse quedado con el teléfono móvil de Samuel.
El escrito de acusación previo al juicio que la Fiscalía presentó hace cuatro meses explica las razones de ese agravante de discriminación por la orientación sexual de la víctima atribuida a Diego M. y a su novia. En su relato de los hechos, la fiscal recoge que el joven le gritó a Samuel antes de golpearle: «¡Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón!». Y la fiscal interpreta que Diego M. reaccionó contra Samuel de una forma «mucho más violenta» por su «animadversión» hacia la condición sexual de la víctima.
En el sumario de la causa, tal y como en su momento desveló ABC, se recogen otros momento posteriores a la agresión que dejan patente la aversión de Diego M. hacia los homosexuales. Esa misma madrugada del 3 de julio, este hizo una confesión a Kaio A. cuando tras el crimen se encontraron en el Parque Europa: «Tengo un problema con los gais». En todo caso, hay que matizar que con esa frase Diego M. no se refería a Samuel, sino a una chica que estaba con ellos en el parque y que supuestamente era lesbiana. Fue el propio Kaio A. el que se lo contó a la Policía en sus primeras declaraciones. Poco antes, Diego M. ya había dado muestra de esa homofobia, según desvelaron unos testigos. Cuando Katy S. le reprochó a su novio la paliza, este le contestó: «¡Puto maricón, si era un maricón de mierda!» . En cuanto a ella, la representante de la Fiscalía sostiene –sin más detalles en su escrito– que «compartía plenamente» la homofobia que exhibió Diego M.
El papel de Katy S., por otro lado, merece un párrafo a parte, porque el Ministerio Público y las acusaciones la consideran coautora del asesinato, pese a que ella en ningún momento golpeó a Samuel. Y tanto ella como su novio se enfrentan a una pena de 25 años por el asesinato, al atribuírsele el mencionado agravante de discriminación. Katy S., según recoge la fiscal en su calificación previa al juicio, estuvo presente desde el primer momento en el que su novio comenzó a agredir a Samuel. Y, según las acusaciones, ella «apartó y empujó» a la amiga de la víctima, a la que llegó a tirar al suelo, gritándole, supuestamente: «¡Apártate, que tú no pintas nada!».
En todo caso, la pena más alta la reclaman Fiscalía y acusaciones para Kaio A. Un total de 27 años de cárcel, porque al delito de asesinato le añaden ole suman otro de robo con fuerza, por supuestamente haberse quedado con el teléfono de Samuel. Diego M., Yumba y Kaio A. continúan en prisión provisional, mientras Katy S. y Alejandro M. –el último que fue detenido– esperan el juicio en libertad.
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