Muere a los 27 años David Lafoz, el agricultor que se convirtió en símbolo de la lucha del campo aragonés

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D. A.

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El joven agricultor zaragozano, natural de la localidad de Belchite, dirigió el 6 de febrero de 2024 su tractor hasta las puertas del Parlamento autonómico, enclavado en el palacio de La Aljafería, donde se produjeron graves altercados entre los agricultores y las Fuerzas de Seguridad. Mientras centenares de agricultores gritaban por sus derechos, David Lafoz metió su vehículo hasta la primera línea de la protesta, convirtiendo su imagen en un icono de la lucha agrícola.

El tractor y los eslóganes coreados por Lafoz viralizaron el conflicto y dieron voz a las quejas del sector, asfixiado económicamente. Acompañado de miles de agricultores y ganaderos, Lafoz entonó el grito de «¡Salvemos al campo!» que se convirtió en lema de una movilización histórica.

Foto de EFE: Lafoz Gimeno metió su tractor y sus gritos por la presión que sufre el sector hasta las puertas del palacio de la Aljafería, sede del Parlamento aragonés

La asociación AEGA (Aragón Es Ganadería y Agricultura), de cuyo núcleo fundador formó parte Lafoz, confirmó la muerte del joven, y ha emitido un sentido comunicado en su memoria. La organización destaca su compromiso incansable con la tierra aragonesa y destacan que Lafoz «será siempre la viva imagen de la lucha por la supervivencia del sector». AEGA recuerda que David apostó por el campo desde muy joven: «Con poco más de 15 años decidió quedarse en su pueblo, trabajar la tierra y luchar por lo que muchos abandonan».

«Con su ejemplo nos enseñó el verdadero significado del compromiso, la solidaridad y el amor por la tierra», afirma AEGA. «En estos tiempos difíciles para el campo, su figura cobra aún más valor: la de un joven valiente que, en lugar de marcharse, decidió sembrar futuro aquí, con sus manos y con su corazón». Será «siempre la imagen de la lucha por la supervivencia del sector», encumbra.

Tremendamente solidario, como destacan los suyos, Lafoz también salió a la palestra pública cuando ofreció sus medios y su ayuda para ahogar las penas de los afectados por las lluvias de la dana. Lafoz y otras treinta personas de la comarca del Campo de Belchite estuvieron en Catarroja para «ayudar con los vehículos a la retirada de escombros, barro, coches o lo que haga falta», dijo él mismo.

Ahora, con su muerte, Lafoz se ha convertido en un referente para los jóvenes que se sacrifican en el afanoso trabajo del campo, así como por la lucha y la solidaridad del pueblo con el pueblo. La presión que sufre el sector agrario es desmedida y así lo ha demostrado hasta su final. «El campo está un poco más triste —concluye el comunicado de la asociación AEGA— pero también más orgulloso de haber contado con alguien como él entre sus filas».