El Ayuntamiento y el Real Zaragoza sellan el acuerdo para rehacer el estadio de La Romareda

El acuerdo ha sido firmado por el alcalde, Jorge Azcón , y el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra ; el vicepresidente del club, Fernando Sáinz de Varanda , y el consejero municipal de Urbanismo y Equipamiento, Víctor Serrano , quien ha explicado previamente a los medios este acuerdo, aprobado por el Gobierno de la ciudad, junto a la portavoz del mismo y consejera de Hacienda, María Navarro .

El acuerdo, según Azcón, acaba con la crispación y abre una nueva etapa de colaboración entre ambas entidades, da «seguridad jurídica» a la relación existente, con la cesión en precario del campo al Real Zaragoza, e incorpora «el primer paso para la nueva Romareda», que pagará el Real Zaragoza desde el momento que empiecen las obras con un canon por la cesión de uso -que actualmente no abona- y otro por amortización de la reforma en un plazo máximo de 75 años.

No se conoce el importe del canon de cesión ni el de la amortización de las obras dado que no está definido el coste de la reforma ni existe el proyecto, según ha detallado Serrano en la rueda de prensa, en la que sí ha recalcado que «cuando estén definidos se firmará un nuevo pliego» y «en ningún caso el campo se va a financiar con presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza ni computará como deuda», porque la situación de las arcas municipales «no lo permitiría».

El Ayuntamiento se compromete a redactar un anteproyecto para la Romareda en la misma ubicación que la actual y a tramitar la concesión administrativa por 75 años a favor del Real Zaragoza y el club asume la financiación íntegra de las obras «al término de la cesión del estadio» y también a ceder el uso del campo al consistorio para usos culturales y grandes eventos.

El siguiente paso, por tanto, según Serrano, es tratar de involucrar a otras administraciones, como el Gobierno de Aragón o la Diputación Provincial de Zaragoza, y entidades que puedan sumarse al proyecto, aunque no se han iniciado conversaciones ni con entidades financieras ni con constructoras, para poder «definir» el proyecto y «los recursos» que aportará el Ayuntamiento, por ejemplo con los aprovechamientos urbanísticos, para adelantar el pago de las obras.