Aragón pierde cada día 25 empleos en las empresas, pero suma siete funcionarios más

Si la cuenta se hace desde que empezó la crisis del Covid, el dato todavía es más demoledor: en poco más de un año, Aragón ha perdido 39.500 cotizantes en la empresa privada, pero tiene 14.700 más a sueldo de la Administración .

Los datos quedan recogidos en la última Encuesta de Población Activa (EPA) que ha hecho pública este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras son demoledoras: entre el 1 de enero y el 31 de marzo, mientras las empresas privadas han perdido empleo a un ritmo medio de 25 empleos menos cada día, la Administración pública ha engordado con siete asalariados más cada 24 horas .

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Lo ocurrido en este primer trimestre de 2021 es un suma y sigue, agravado, respecto a lo que viene ocurriendo desde hace tiempo. Llueve sobre mojado. Como destapó ABC esta misma semana, el Gobierno aragonés que preside el socialista Javier Lambán lleva cinco años engordando sin freno la plantilla de la Administración autonómica y su nutrida red de entes públicos. En cinco años ha incorporado 8.500 interinos . La Administración autonómica, que suma ya 60.000 asalariados, concentra el grueso del sector público en Aragón.

Esa continua incorporación de interinos está permitiendo maquillar la crudeza laboral de la crisis. Sin esos 600 funcionarios más que ha sumado Aragón de enero a marzo, la destrucción de empleo habría sido un 35% mayor que la que ha aflorado en la EPA como resumen final.

Las cifras aún son más contundentes si se ve lo que ha ocurrido desde que irrumpió el Covid. Según la EPA, en un año y tres meses, del 1 de enero de 2020 al pasado 31 de marzo, las empresas aragonesas han perdido 39.500 puestos de trabajo, mientras la Administración ha engordado con 14.700 asalariados más . El saldo de conjunto: una destrucción neta de 24.700 empleos en Aragón, pero a costa de haber maquillado la cifra con la creación de casi 15.000 empleos públicos más en plena crisis.

Los efectos de la crisis se están agravando en el tejido productivo, como acaba de evidenciar la EPA. Lejos de suavizarse, la destrucción de empleo se está acentuando. De enero a marzo, solo remontó ligeramente el sector servicios, ayudado por la campaña de rebajas y por la contratación de interinos en el sector público. Sin embargo, la agricultura aragonesa ha perdido 1.700 puestos de trabajo en los tres útlimos meses, en el decisivo sector industrial se han destruido 1.200 empleos, y en la construcción se han fulminado 3.300 puestos de trabajo.