Las «nuevas» obras de Juan de Mesa

Nazareno de Vejer de la Frontera

El pelo natural, del siglo XVIII, y las intervenciones posteriores no deben despistar al espectador, porque esta imagen tiene mucho de Juan de Mesa en la rotundidad de los volúmenes, la monumentalidad, la postura y la unción sagrada en la mirada, que emparenta a este Nazareno con el Gran Poder y con el Señor de La Rambla . Hay constancia de que la imagen se llevó a Vejer de la Frontera entre 1624 y 1625 , y hay carta de pago en noviembre de ese último año de que se trajo desde Sevilla, así que debió de salir en la Semana Santa de 1625 .

La talla de las manos y los pies , además de la impronta general, también se asemejan a los mejores trabajos del escultor cordobés. Además, se hizo para un convento mercedario, una obra para que el autor trabajó con frecuencia. Sería el tercer nazareno procesional de Juan de Mesa , a quien también se atribuye una pequeña imagen de talla en el convento sevillano de Santa María de Jesús.

Santa Teresa

Según José Carlos Pérez Morales sería una obra primeriza de Juan de Mesa , aunque ya están en presentes la espiritualidad y la hondura que eran propias de la Santa de Ávila y que el escultor cordobés tenía siempre en su obra. Forma parte de una colección particular madrileña.

Santa Teresa había sido beatificada en 1614 y esta obra podría ser de poco tiempo después, para el convento sevillano de Las Teresas , fundado por la propia mística, y donde Juan de Mesa tiene una Inmaculada y participó en varios trabajos. José Carlos Pérez Morales alude a la expresividad y al ascetismo de la obra como rasgos distintivos.

Virgen de la Palma

Esta imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos está un convento sevillano, el del Espíritu Santo, y se le llama de la Palma por tener en la mano este elemento. Se trata de dos imágenes de talla completa y no hay documentación que las relacione con Juan de Mesa. La tesis de José Carlos Pérez Morales se basa en el estilo y en la forma de tallar .

San Juan Evangelista

Esta obra se subastó hace pocos meses y no se vendió. Pudo ser una de las muchas que hizo Juan de Mesa para los conventos y que terminarían en manos particulares cuando se desamortizaron. El discípulo presenta muchos de los rasgos de Juan de Mesa en la fisonomía y aparece en una actitud estática , con un libro en la mano.

Al pie de la imagen, en que aparece como un hombre muy joven, está el águila que simboliza a San Juan . La postura de la mano derecha recuerda a algunas de sus imágenes.

Santa María Magdalena

La historia de esta imagen podría ser singular. Está en los fondos de la Fundación Lázaro Galdiano, en Madrid , como un busto de San Juan Bautista del círculo de Montañés. Sin embargo, José Carlos Pérez Morales lo considera una mujer, delatada por el pliegue en la garganta e insiste en que el busto es lo que queda de una imagen completa.

La postura de los brazos hacen pensar en una imagen que iría abrazada a la Cruz de Cristo , y Juan de Mesa hizo una así, nunca encontrada: la que figura en el contrato del hoy conocido como Cristo de la Buena Muerte , titular ahora de la hermandad de los Estudiantes de Sevilla. La imagen, que iría arrodillada y abrazada a la cruz, nunca se había identificado y lo que queda de ella podría ser este busto , al menos según los últimos estudios.

San Agustín

Cuando se reabrió la iglesia de San Agustín de Córdoba en 2009 todo el mundo se fijó en la recuperación de la espectacular decoración barroca , aunque en la última etapa también se había recuperado una imagen que se atribuyó inmediatamente a Juan de Mesa. Se trata de una escultura de San Agustín, el titular del templo , que de inmediato se repuso en el lugar que había ocupado en el altar mayor.

Los rasgos de la imagen son los clásicos en la obra del autor cordobés, sobre todo en el rostro, uncido de espiritualidad, aunque menos en las manos. La ornamentación de la iglesia la dirigía Fray Pedro de Góngora , que fue quien además puso en contacto a la hermandad de las Angustias con Juan de Mesa para la realización de sus titulares. Es una imagen de vestir que ahora está de fraile agustino, aunque en el pasado lucía galas de obispo .

San Juan Bautista

Esta imagen apareció recientemente en una subasta y según el historiador del arte José Carlos Pérez Morales responde a una nueva etapa en la obra del autor cordobés , que se truncaría por su temprana muerte en 1627, con 44 años. No era la primera vez que retrataba a San Juan Bautista , porque de hecho hay una obra de este tipo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Según los expertos, aquí empieza una etapa caracterizada menos por la rotundidad y más por la sutileza en las formas . La riqueza de la ropa, la perfección de la anatomía y el detallismo son propias de sus mejores obras.