Vox se sube a las barbas del PP y tensiona el «pacto del cambio» con un Ciudadanos hundido

Los más de 800.000 votos que obtuvo Cs en abril se quedan en 343.000 y su r epresentación desciende desde los once hasta los tres escaños . La hecatombe de los de Rivera, que meses atrás lograron incluso la proeza de desplazar a los populares del segundo lugar entre los favoritos de los votantes andaluces -por supuesto siempre tras el PSOE- la aprovecha, en parte, su socio y máximo exponente del nuevo liderazgo andaluz, que pasa de once a 15 diputados.

Pero sobre todo quien patrimonializa el profundo desencanto con Ciudadanos es Vox . La pretendida «muleta» del «Gobierno del cambio» dobla los escaños que envía a la Carrera de San Jerónimo (de seis pasa a doce), se queda a sólo 7.000 sufragios del PP y vaticina un futuro de inevitables tensiones para el gabinete que preside Juanma Moreno .

El auge de Vox, que a nivel regional ha mantenido un perfil bajo desde que produjo el relevo en San Telmo, es brutal. En Almería, feudo tradicional del PP, se convierte en segunda fuerza, colocándose a sólo 8.000 votos del PSOE y merendándole un escaño a Ciudadanos. Confirma que se apropia del voto de las localidades con mayor presión migratoria y gana en El Ejido, Adra y Roquetas.

También en Sevilla, Cádiz y Huelva aparta al PP del segundo lugar con incrementos porcentuales de apoyo más que significativos. En la capital onubense, incluso, pierde por 2.000 votos frente a la lista verde. En Málaga, después de que se quedara fuera en abril, consigue meter en el Congreso a su considerado «gurú» económico, Rubén Manso , segundo en la candidatura por esta circunscripción.

Una explosión, la del partido de Santiago Abascal , que hace agridulce la recuperación de los populares. Logran aproximadamente menos de cien mil sufragios más que hace seis meses, pero su incremento porcentual en apoyos ni siquiera iguala al de toda su formación a nivel nacional.

Las crisis que atraviesa este partido en determinados lugares se hace patente con el escrutinio de las urnas. Huelva es quizás el máximo exponente de las consecuencias que traen los enfrentamientos internos. Allí Juan José Cortés , cuya elección por parte de Pablo Casado generó una enorme tensión en abril, no sólo se queda fuera del Senado, sino que al cierre de esta edición quedaba por detrás de los otros dos candidatos de su partido. Precisamente en la única votación en la que la elección es abierta.

Sin embargo, la lectura de los resultadotura por bloquess del 10N sí que otorga un poco de oxígeno a los nuevos vientos políticos que corren en Andalucía desde primeros de año. Es verdad que en cuanto a número de diputados, PSOE y Podemos superan en uno (31 a 30) a la suma de PP, Vox y Cs. Pero esta cifra es menor que tras los comicios del 28 de abril, cuando los socialistas y los morados consiguieron 33 frente a los 28 de sus otros tres rivales.

Además, en términos porcentuales, los tres baluartes del Ejecutivo andaluz sacan más de dos puntos y medio más a los partidos de la izquierda.

En el flanco zurdo el PSOE intentaba ayer sacar pecho de una nueva victoria electoral. Los socialistas salen beneficiados de la pugna cainita en la izquierda y pese a bajar en apoyo ciudadano incrementan en uno el número de diputados andaluces con presencia en Madrid, pasando de 24 a 25. Buena noticia para una Susana Díaz que parecía cada vez más en baja pese a la «pax» firmada con Pedro Sánchez pero a la que estos resultados dan un balón de oxígeno. Y necesariamente se pone en solfa la intención de Ferraz de buscarle un relevo al frente de la otrora formación gobernante. Una situación que explica que la mandataria de Triana apareciera ayer eufórica ante su afición. El «triunfo», y más cuando su partido no ha conseguido el objetivo buscado de ampliar respaldo, se lo apunta ella.

Unidas Podemos, aunque sin llegar a los niveles de Ciudadanos, también se ve derrotada y paga las culpas de no haber sabido llegar a un acuerdo de gobierno con Pedro Sánchez antes de que éste se fuera de vacaciones. Los 55.000 votos que consigue Más País en toda la comunidad , irrelevantes por cuanto no le sirven para conseguir un puesto en el Congreso, le hacen daño. Pero la irrupción de Íñigo Errejón no es la única causa que explica el descenso de los morados, que caen desde los nueve a los seis escaños, porque representan sólo la mitad de los votos que se deja en la gatera la fuerza de Teresa Rodríguez .