Así lo han acordado los comités de sequías de las tres demarcaciones que se han reunido durante este mes de octubre, la última de ellas, la del Guadalete-Barbate el pasado martes. En todas ellas se ha hecho un análisis del año hidrológico que finalizó el 30 de septiembre y se ha acordado que es imprescindible continuar con medidas restrictivas aunque sin que afecten de ninguna manera al consumo.
Cuencas Mediterráneas
Las medidas más restrictivas se han adoptado en las Cuencas Mediterráneas que abarcan una superficie de 20.000 kilómetros cuadrados y una población de 3,2 millones repartidas entre Málaga, Almería y una pequeña parte de Granada y del Campo de Gibraltar. Las reservas, en este caso, se encuentran al 22,18% por debajo de los niveles del año pasado en estas mismas fechas.
Tras un paréntesis de las restricciones el pasado verano para garantizar la actividad turística, el pasado 10 de octubre la Comisión de Gestión de la Sequía acordó retomar las restricciones que se implantaron hace ahora prácticamente un año. De esta forma, en la zona de la Axarquía y en Málaga capital, los municipios y empresas de abastecimientos deben establecer un uso máximo de agua de 180 litros por habitante y día. En el resto de zonas, como la Costa del Sol Occidental o la zona de Almería, el límite se eleva a 200.
El reparto de estas cuantías asignadas lo decide cada ayuntamiento en función de su consumo en piscinas, riegos de zonas verdes, limpieza o uso doméstico. Eso sí, la prioridad debe ser siempre el consumo humano para el que no hay ni se prevén restricciones en esta zona. En el uso agrario se autorizan 4 hectómetros cúbicos de agua para el Campo de Gibraltar y seis para la zona de Málaga. Tanto para aguas superficiales como subterráneas el uso de agua en sistemas de regadíos se limita al 75%.
Esta zona es la que más preocupa a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España. De hecho, a principios de este año provocó incluso que se iniciaran las negociaciones con Murcia para la compra de agua potable y traerla en barco. Esa posibilidad aún no está sobre la mesa, a la espera de cómo funcionen medidas como la ampliación de la desaladora de Marbella, las conexiones del Campo de Gibraltar o el aumento de la capacidad de uso de agua de las desaladoras. «La situación es escalofriante», resumió el consejero de Agricultura, Agua, Pesca y Ganadería, Ramón Fernández-Pacheco.
Demarcación Tinto-Odiel-Piedras-Chanza
La segunda Comisión de Gestión de la Sequía, la que afecta a la cuenca de Tinto-Odiel-Piedras-Chanza se reunió el 15 de octubre. Su situación es la mejor de las cuencas andaluzas con un 37% de agua embalsada en relación con su capacidad, lo que supone casi 60 hectómetros cúbicos más que en el mismo periodo del año pasado.
Pese a este mayor margen, el uso de agua sigue estando limitada para las 260.000 personas que dependen de esta demarcación que abarca 4.700 kilómetros cuadrados en la provincia de Huelva. En esta zona se mantiene un nivel máximo de 237 litros por persona y día; en el uso agrario hay una reducción del riego del 25% y en el uso industrial una limitación del 5% respecto al consumo anterior a la sequía.
Demarcación Guadalete-Barbate
La última en reunirse fue la Comisión de Seguimiento del Guadalete Barbate, el pasado 22 de octubre. De ella dependen casi un millón de andaluces y andaluzas que se reparten en una superficie de 5.960 kilómetros cuadrados en su mayor parte en la provincia de Cádiz. Las reservas en este caso se encuentran al 21,14% con 349 hectómetros cúbicos, casi 100 más que el mismo periodo del año pasado.
El acuerdo en este caso es mantener la limitación de uso de agua de 225 litros por habitante y día en los 19 municipios que conforman esta demarcación, entre los que se encuentran Cádiz, Chiclana de la Frontera, Rota o San Fernando. Se libera de cualquier limitación los sistemas de la Sierra de Cádiz y Tarifa al encontrarse en situación de normalidad.
En el uso agrario la reducción se mantiene al 50% en los recursos superficiales y subterráneos mientas que para el uso industrial la limitación se mantiene, como hasta ahora en el 10%. En este caso, no obstante, a petición de los ayuntamientos (como los de Cádiz o Rota) se permite el baldeo de calles o el riego de zonas verdes con agua potable debido a las dificultades de uso de agua regenerada en estos municipios.
Confederación del Guadalquivir
La 'otra Andalucía' depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que abarca 51.900 kilómetros cuadrados y 4,1 millones de habitantes repartidos por las provincias de Córdoba, Sevilla, Granada y Jaén. Los embalses cuentan con 2.593 hectómetros cúbicos y están al 32%.
De ahí que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, reiterara la pasada semana en una entrevista en 7TV Andalucía que el agua estaba garantizada en toda la cuenca para al menos tres años. En este curso, además, se ha podido autorizar un desembalse de 1.010 hectómetros cúbicos que ha garantizado la actividad de los cultivos de regadíos.
Todas estas medidas, en cualquier caso, se someterán a revisión conforme avancen las lluvias de este otoño e invierno. Las demarcaciones dependientes de la Junta de Andalucía se volverán a convocar en enero para evaluar las precipitaciones y planificar la primavera y el verano. En cuanto al Guadalquivir, la reunión más inminente será en noviembre con la nueva comisión de desembalse en la que se analizará cómo ha funcionado la distribución de agua para uso agrario.
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