La Virgen del Rocío parte a su hogar en la marisma

Inolvidable este momento al igual que el respeto mostrado por los más jóvenes que, atendiendo a una petición popular realizada a través de las redes sociales, han hecho hueco a un grupo de hombres mayores para que fueran ellos los primeros en llegar hasta sus plantas. No en vano, y a pesar del nerviosismo imperante dentro del templo, el respeto ha sido la tónica general durante la misa, oficiada con solemnidad en un altar sencillo, casi sin adornos, preparado para lo que habría de suceder.

Después de la Salve, -la última de casi un millar rezadas durante estos dos años y nueve meses-, ni seis minutos ha tardado la Blanca Paloma en salir de la parroquia. Una salida limpia , casi serena, que ha culminado en el dintel de la iglesia aún bañado por los rayos del sol y también con rapidez ha alcanzado la Plaza Virgen del Rocío , atestada de devotos deseosos de volver a verla en la calle, en esta ocasión, como Pastora que va a guiar a su rebaño, a su pueblo, hasta la marisma en la que se enclava el templo blanco que es su hogar.

De allí salió hace 33 meses para cumplir con la tradición de la Venida, pero no pudo regresar cuando dicta la norma, a los nueve meses. Paciente ha esperado estos dos años y hoy, llegado el momento, ha sido imposible estirar más los minutos : la Virgen del Rocío quería emprender su retorno y Almonte, como es su mandato, ha atendido fiel su llamada.

Durante toda la noche, la Pastora recorrerá la escasa distancia que separa la Iglesia de la Asunción del Chaparral , recreándose en momentos que se espera sean de gran emoción. En el Chaparral, con las claras del día, los almonteños la depositarán en el Alto del Molinillo para que las camaristas puedan cubrirla antes de continuar su marcha hacia el Camino de Los Llanos .