Política
La operación Espadas fracasó tras el amaño de las primarias del PSOE andaluz
Las maniobras de Ferraz acaban con la peor derrota en las autonómicas, la pérdida de Sevilla y el poder territorial y la ruptura del partido en Andalucía
ABC destapa que hace cinco años comenzaron los movimientos para acabar con el 'susanismo', con consecuencias muy negativas, y se vuelven a abrir las heridas
Susana Díaz, sobre el pucherazo en las primarias del PSOE: «Viví un calvario»
Cerdán y Ábalos amañaron las primarias del PSOE andaluz con más de 800 afiliaciones falsas
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl castillo de naipes ya se tambaleaba, pero el vendaval Sánchez arrasó con la 'fortaleza' y se llevó por delante también el dulce hogar consolidado en la Plaza Nueva de Sevilla. Operación fallida. Ferraz apostó por Espadas y pintaron bastos. El PSOE nacional ... activó toda su maquinaria en una operativa decisiva para fulminar el último foco de resistencia que le quedaba al líder: el 'susanismo', ya en fase de repliegue y lamiéndose las heridas tras la pérdida del poder en las elecciones andaluzas por primera vez en la historia, 36 años después de tomarlo.
Llamada a filas. El presidente encomendaba la tarea al general Ábalos, sobre el terreno durante una buena temporada, y permitía todas las maniobras posibles, («lo que fuese necesario») para silenciar la voz de Susana Díaz, el último bastión opositor en el seno del partido.
Como ha recogido ABC Sevilla en un serial que aún no avista su final, las variadas estratagemas incluían la inflación irregular en los censos con nuevos militantes surgidos entre las piedras y promesas de cargos y obras a cambio del cambio. Todo para derrocar a Díaz, y con la premeditación de nueve meses tras confirmar la gestación prolongada en la agrupación socialista de Coria del Río.
Llámese Juan, llámese Periquito de los Palotes, la operación Espadas resultó ser un fracaso sin paliativos. La Waterloo del actual presidente del Gobierno de España.
Cuatro años después se pueden observar en el mural andaluz las secuelas de las detonaciones, más propias que ajenas. Tres socavones profundos que se intentan repellar cuando aún no se apagó el fuego y surgen nuevos conatos en la estructura.
Tres: la peor derrota en las elecciones autonómicas de 2023, la pérdida del Ayuntamiento de Sevilla y la fractura en un partido que recurre a la ministra María Jesús Montero para volver a unir a las diferentes facciones enfrentadas.
Tres derrotas
La operación Espadas sumó su primera batalla interna en las primarias de 2021, quitándole el cetro a Susana Díaz con el 55% de los votos (de un censo inflado), pero justo un año después recibía el primer correctivo. Los peores resultados de la historia del PSOE andaluz en las autonómicas, con la obtención de sólo 30 parlamentarios (por los 58 de un PP con mayoría absoluta). Tres menos que cuatro años antes, cuando la baronesa socialista lograba esa victoria pírrica con 33 representantes, pésimos resultados superados por su sucesor. El candidato manejado por Ferraz sufría el castigo al sanchismo y también la pena por las disensiones internas, encontrando en casa a sus peores enemigos. El Partido Popular aglutinaba los votos que pululaban en la escena debido a la desaparición de Ciudadanos, con el PSOE tiritando, consciente de que la cosa siempre puede ir a peor.
Una derrota, siendo indulgente, previsible, esperable y asumible. Pero el dolor se multiplicaba un año después por la pérdida de, en la práctica, todo el poder territorial en la Comunidad.
La formación progresista cedía las ocho capitales de provincia, incluida la 'perla del Guadalquivir', esa Sevilla que no perdonó el abandono de su exalcalde cuando caminaba plácidamente ante una oposición escasa de fuelle. Después de la entrega de San Telmo, concedían numerosos ayuntamientos y diputaciones con los peores datos que se recuerdan. La abrupta sucesión liquidaba las esperanzas de una organización ávida de cambios y nuevos rostros.
La resaca terminaba por deshilachar un partido que quedaba pendiente de un hilo, espoleando años después los fantasmas de las familias, 'sanchistas' y 'susanistas'. Esa tercera derrota es un partido quebrado que recurre a la figura de María Jesús Montero para intentar coser las heridas.
La ministra de Hacienda y vicepresidenta del Gobierno ha silenciado al menos el debate interno pues cuenta con el apoyo mayoritario, al ser referencia para los fieles a Pedro Sánchez y contar con el respaldo de numerosos militantes, incluida Susana Díaz, por su presencia en gobiernos anteriores como consejera y mujer fuerte del partido.
No obstante, ni siquiera se apreció el efecto champán tras su designación en enero y las encuestas frenan esas inspiradísimas ansias de remontada. No ayuda su papel relevante en la financiación singular de Cataluña en perjuicio de la infrafinanciada Andalucía, ni tampoco su apoyo hasta el final a Santos Cerdan por quien acabó achicharrándose las dos manos.
Aunque el más quemado, sin duda, esa persona que da nombre a la operación y que perdía la preciada Alcaldía hispalense y meses después ni podía presentar batalla ante el desembarco de Montero. Ahora como senador, se desayuna cada día con estas informaciones, documentos y audios que muestran tácticas y estrategia para retirar a su antigua compañera Susana Díaz y ponerlo al frente de una nave intervenida desde la capital de España. Con su adiós, la operación queda desactivada.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete