Los soldados y policías trans: «No cometemos ningún fraude de ley»
La Asociación TNN defiende el cambio administrativo de sexo en los cuarteles
A finales de febrero el Ministerio del Interior registró la creación de la Asociación Trans No Normativos (TNN), impulsada por policías y militares que desean cambiar administrativamente de sexo. Se trata de varones con una estética muy masculina que se identifican como mujer pero que no quieren realizar un cambio de sexo más allá del registral. Es el caso de la soldado Francisco, que defiende su nombre de varón y su aspecto viril y se declara hombre cisgénero (lo contrapuesto a trans, entendido como el sexo con el que se nace), al mismo tiempo que su atracción hacia el sexo femenino, lo que le lleva a considerarse lesbiana.
Su razón de ser se encaja en dar cobertura a aquellos casos que se salen de la norma. Es decir, una vez superada la dicotomía entre la sexualidad (la atracción que se siente hacia uno o más de un sexo) y la identidad de género (la manera en que cada persona se define), la asociación se plantea como un paraguas bajo el cual se integran casos similares militar que defiende su nombre de varón y su aspecto viril, de hombre cisgénero (lo contrapuesto a trans, entendido como el sexo con el que se nace) al mismo tiempo que su atracción hacia el sexo femenino, lo que le lleva a considerarse lesbiana.
Porque el trasfondo es que estas personas se sienten mujeres, y como tal desean que se refieran a ellas, con independencia de cómo se muestran al mundo. Hasta del nombre que figura en su DNI, y que también puede cambiarse.
Del ideario o estatutos de la flamante nueva asociación no ha trascendido gran cosa, pues su página web aún se encuentra «en construcción», pero sí que se han producido ya las primeras comparecencias públicas.
Este mediodía, el periodista Teodoro León Gross entrevistaba en el espacio televisivo 'Mesa de análisis' a Daniel Gallardo, declarada vicepresidenta del organismo y que aseguró que «nosotros estamos yendo a las administraciones a reclamar un derecho que ya por lo visto tenemos consolidado y cada vez nos encontramos más problemas».
Gallardo, que es agente de Policía Nacional, opina que las críticas sobrevenidas forman parte de «una campaña de difamación que lo que realmente quiere es poner en entredicho esto, cuando nosotros no estamos cometiendo ningún tipo de fraude de ley». «La ley existe y tenemos derecho a exigirla», recalcó. Además, ante hipotéticas situaciones incómodas en los vestuarios, aclara que dónde ella trabaja «son mixtos».
La gaditana añadió en el programa de Canal Sur TV que «en mi intimidad siempre me he sentido mujer y quiero sentirme mujer sobre todo, en derechos». Sin embargo, al mismo tiempo que se presentaba como «delegada de la Asociación TNN» lo hizo como «delegado provincial de Cádiz del sindicato Equiparación Ya (EYA)». Ante el doble género en la designación, Gallardo aclaró que «es un término que aquí nos ponen y ya está. Vamos, yo me siento delegada».
Polémica
Las redes sociales no han tardado en hacerse eco y reaccionar ante la nueva asociación. En ciertos sectores se apunta a un ejercicio oportunista que ha aprovechado el mínimo resquicio legal. Pues sobre eso no pesa ninguna duda: la autodeterminación en estos términos está totalmente amparada por la ley y por ello no se podría hablar nunca de que estén cometiendo un fraude.
Del asesoramiento jurídico se encarga Javier Sanz, abogado especializado en violencia de género y agresiones sexuales pero, sobre todo, el «primer letrado trans de España».
Refuerza esta tesis el hecho de que desde que entró en vigor la Ley Trans hace ahora un año, tan solo en Ceuta han cambiado de género -que no de sexo- 49 funcionarios. Algunos son policías y otros militares. Lo llamativo es que de ese total 37 han pasado de hombres a mujeres.
Algunas voces sitúan en la razón los diversos beneficios que podrían obtener con la reasignación. Marco Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería, puso de manifiesto que «dentro de las Fuerzas Armadas los baremos para hacer cursos, ascensos o renovación de compromisos temporales requieren unos test generales de la condición física que son diferentes para hombres y para mujeres», lo que puede derivar en situaciones en las que como hombre se hubiera suspendido pero que, calificados como mujer, se obtiene buena nota. Otras ventajas menores serían tener una camareta para la persona sola o tener la libertad de llevar el pelo largo.
El problema, refirió Gómez en 'Mesa de Análisis', es que «a las Fuerzas Armadas no les han obligado todavía a normalizar esta ley, a analizarla y poder implantarla con la complejidad que hay».
Sin embargo, para Gallardo el asunto de los beneficios es inconcebible: «Desde hace unos años estamos escuchando que había una brecha de género, mucho machismo y muchas instancias. Ahora parece ser que eso no existe, que lo que existen son ventajas»
De hecho, asegura que «estamos planteando algunas querellas por algunas compañeras que se sienten discriminadas» y también «participar en la manifestación del 8M para reivindicar nuestros derechos como mujeres. ¿Por qué no?», concluyó.
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