Francisco Javier, la militar transgénero: «¿Por qué voy a tener que cambiarme el nombre? A mí me gusta Francisco»
Cambió de género hace ocho meses y reconoce que sólo le dijo que se iba a cambiar de sexo a su hija de 10 años
Sevilla
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Iniciar sesiónHace pocas horas saltó al panorama mediático de España el caso de Francisco Javier, una mujer transgénero perteneciente al ejército español que reivindicó ser tratada como mujer y, por ende, poder utilizar los vestuarios femeninos en su trabajo.
Vecina del municipio sevillano de ... Carmona, de 41 años y con una hija de 10, la soldado lleva 20 años trabajando en el cuerpo militar, en el que ahora reclama que se le trate como mujer después de haberse acogido a la Ley Trans para cambiar de género. Su DNI estipula que es mujer, pero su aspecto dista bastante del prototipo de su género, y eso es lo que ha levantado mucho debate en los medios de comunicación y en la sociedad.
Hoy acudía al plató de 'Y ahora Sonsoles' para seguir defendiendo su sentimiento y su postura tras la polémica generada. La soldado comentaba que se mantiene fuerte por su hija de 10 años «que fue a la única a la que le dije que me iba a cambiar de género». El hecho de haberse presentado a un programa de citas de la televisión como hombre buscando una pareja del sexo femenino no tiene más relevancia para él, ya que defendió que le dijo a su cita que le gustaba el pelo largo y ponerse los tacones, aunque en todo momento omitió decirle que se sentía mujer. «En ese momento no era mujer», defendió.
«Cuando hice un curso de esteticien traté con muchas mujeres y me di cuenta que me gustaba todo de ellas. Te vas dando cuenta poco a poco», señaló Francisco Javier. La soldado comentaba también que la llegada de la Ley Trans supuso un alivio para ella porque, antes de su entrada en vigor, estaba obligada a «someterse a un tratamiento de hormonas, ir al psicólogo durante meses, trámites y cambiarme el nombre».
Precisamente algo que muchos no entienden, y así se lo explicaba Sonsóles Ónega en el programa, es el hecho de que se sienta mujer y no se haya cambiado el nombre por uno propio del género femenino, y no el que tiene, identificado claramente como masculino. «¿Por qué una mujer se tiene que llamar María? Si a ti te gusta tu nombre y la ley te permite mantenerlo, ¿por qué voy a tener que cambiármelo?«, afirmaba.
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