María Jesús Montero bate un récord en Hacienda: siete años como ministra y solo presenta tres presupuestos
La líder del PSOE andaluz suma tres años sin presentar unas cuentas para evitar una derrota por falta de apoyos en el Congreso. El triple incumplimiento empaña su fama de hábil negociadora
Del «chiqui» al «bicharraco» del PSOE andaluz: María Jesús Montero en siete frases para enmarcar
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Iniciar sesiónMaría Jesús Montero (Sevilla, 59 años) llegó a la política nacional con el cartel de hábil negociadora. La fama de tenaz muñidora de acuerdos se la había ganado como consejera andaluza de Hacienda (2013-2018) en los extenuantes tiras y aflojas que mantenía ... con el entonces portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, quien ponía condiciones no siempre fáciles a cambio del apoyo de los diputados liberales a las cuentas del Gobierno en minoría presidido por la socialista Susana Díaz. A regañadientes, Montero tuvo que digerir el sapo de rebajar un 99% el Impuesto sobre Sucesiones para las herencias de hasta un millón de euros a partir de 2018, después de haber repetido hasta el cansancio que este tributo solo lo pagaban «los ricos» en Andalucía.
Quienes la trataron entonces aseguran que solía llegar a las reuniones cargada de estudios técnicos para apabullar con datos a su interlocutor y a menudo terminaba imponiendo su criterio por puro agotamiento.
Su destreza para el arte de la negociación política llegó a los oídos de Pedro Sánchez. Tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy en junio de 2018, el presidente la incorporó a su primer Gobierno. Le entregó nada menos que las llaves de los caudales públicos como ministra de Hacienda.
Tras las elecciones generales del 23 de julio 2023, Montero conservó el Ministerio compaginándolo con más y más cargos, pero ese aura de negociadora dura y flexible a la vez se ha desvanecido. En los más de siete años que lleva al mando de Hacienda, ha sacado adelante solo tres leyes de Presupuestos Generales del Estado, los de 2021, 2022 y 2023, en la anterior legislatura, con Pablo Iglesias (Podemos) en el Gobierno y un Parlamento escorado a la izquierda.
En lo que va de legislatura, Montero mantiene el casillero a cero. Tres años lleva sin poner encima de la mesa un proyecto de presupuestos. Ningún predecesor en el cargo ofrece un balance tan rácano. En descargo de la política sevillana, hay que decir que ningún otro tuvo que lidiar con un sudoku endiablado de partidos minoritarios de izquierdas e independentistas de derechas como Junts para tratar de entenderse, debido a la precaria mayoría del PSOE. Pero eso ya lo sabía cuando asumió el principal cometido que tiene un ministro de Hacienda, que es elaborar el libro con los gastos e ingresos del Estado para el año siguiente.
Montero mantiene a cero el casillero en esta legislatura: no ha presentado ningún presupuesto
Los presupuestos son la principal palanca del poder ejecutivo, la herramienta que marca sus prioridades para todo el ejercicio, «el principal antídoto contra la inestabilidad», en palabras de la propia María Jesús Montero, quien catalogó con esta prosopopeya los últimos presupuestos que presentó allá por el mes de octubre de 2022. Parafraseando a la ministra, el Gobierno lleva tres años consecutivos instalado en la inestabilidad y entregado a un mercadeo de favores y concesiones a los independentistas, la única manera que tiene para aguantar durante los cuatro años de legislatura.
Los efectos del parón gubernativo
Las actuales cuentas, reprorrogadas dos veces, fueron aprobadas por un Parlamento que ya ni siquiera existe. La parálisis gubernativa le ha obligado a parchear el plan que está en vigor y ha complicado la puesta en marcha de nuevos proyectos al carecer de cobertura económica.
El Congreso de los Diputados que salió de las urnas hace más de dos años aún no ha tenido la oportunidad de debatir, enmendar, aprobar o rechazar un proyecto presupuestario porque la ministra más pluriempleada del Gobierno no ha hecho sus deberes. Es vicepresidenta primera del Gobierno, vicesecretaria general del PSOE, líder del partido en Andalucía y candidata elegida para batir al presidente Juanma Moreno (PP), acomodado en su mayoría absoluta, en los próximos comicios autonómicos previstos en 2026.
Tanto Pedro Sánchez como María Jesús Montero han proclamado con absoluto convencimiento que este año sí se va a presentar un proyecto. Nada que ver, afirman tajantes, con lo que ocurrió en los dos ejercicios anteriores, cuando ambos prometieron lo mismo y al final incumplieron su deber.
No es una mera cuestión de voluntad. El Ejecutivo tiene la obligación de presentar unas cuentas anuales, tengan o no los apoyos suficientes para que éstas vean la luz, porque así lo establece la Constitución Española en su artículo 134. «Al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior», el Gobierno «deberá presentar» al Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado para su examen, enmienda y aprobación, señala la Carta Magna. Ese plazo caducó el martes 30 de septiembre. Todavía no se ha puesto fecha a su presentación y los socios del PSOE han negado haber mantenido contactos, aunque sean discretos, con la ministra.
«Me voy a dejar la piel»
Hace una semana los periodistas le preguntaron por el retraso. La vicepresidenta primera, quien pocos días antes había asegurado que se iba a «dejar la piel» en este empeño, fue incapaz de concretar una fecha. Con el plazo caducado, se limitó a decir que está «ajustando ya los últimos números» del proyecto. En unos días, «cuanto antes», va a elevar al Consejo de Ministros el techo de gasto, es decir, el límite que se pone al desembolso de dinero público para las administraciones durante todo el año. Es el paso previo a la presentación de las cuentas.
La líder socialista se curtió como negociadora de acuerdos con Ciudadanos cuando era consejera de Hacienda
Entre sus propios compañeros del Gobierno, crece la presión para que Montero complete el trámite más importante que tiene como ministra. «Si el presidente no es capaz de aprobar unos Presupuestos, debe convocar elecciones», proclamó la pasada semana en el Congreso Jorge Pueyo, diputado por Chunta Aragonesista, integrada en Sumar, la confluencia de partidos de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
El 2 de abril de 2025, tras su ascenso a líder del PSOE andaluz, Montero aún se resistía a admitir el fracaso. «No podemos dar por hecho que no haya Presupuestos» nuevos en este año 2025, aseguró entonces. Aunque de puertas para adentro en el Gobierno se habían mentalizado de que no habría cuentas este año para evitar a toda costa una nueva derrota parlamentaria, ella aún se encomendaba a «una ventana de oportunidad» para presentar un proyecto con los apoyos suficientes para su aprobación. El tiempo le quitó la razón. Pero nadie puede negarle a Montero que tiene una fe inquebrantable en sí misma.
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