Los 'temporeros' del robo: grupos itinerantes en Andalucía que saquean y huyen

Son 'temporeros' del robo, pequeñas células que llegan a la Costa del Sol para hacer el agosto en no más de 15 días de estancia y que cuando la Policía se da cuenta de sus actividades ya no están. Grupos itinerantes, la mayoría de ciudadanos del Este que se dedican a las carteras, los coches o los asaltos a viviendas, aunque también los hay que se fijan en los relojes de lujo, donde los grupos de Nápoles son los más especializados.

Hace unas semanas se detuvo en Málaga uno de estos grupos, en este caso era una célula croata que se dedicaba a asaltar casas. Para ello usaban una llave maestra sin ranura. Ahí llevaba una barrita de aluminio, que se amoldaba en el interior de la cerradura a los pistones para poder salvarlos y poder girar. Así abrían las casas sin dejar huellas de haber forzado la puerta y desvalijaban la vivienda.

Robaron varias viviendas en Algeciras y fueron detectadas, eran dos mujeres y un hombre. «Eran muy metódicos, no lo revolvían todo, sino que lo dejaban todo como si nadie hubiera ido por allí», afirman fuentes de esta investigación en la Policía Nacional.

Al final fueron detenidos en Málaga después de un seguimiento las mujeres fueron sorprendidas en pleno robo, cuando estaban cometiendo una de las entradas a uno de los domicilios. Ya se sabían todos sus movimientos y todas sus guaridas, pese a que en sus desplazamientos hacían maniobras para detectar si estaban siendo seguidas, como varias vueltas a una rotonda o salirse por una salida y volver a incorporarse.

En los registros, la Policía se incautó de joyas, dinero y efectos de procedencia ilícita con los que cometían los robos, como las llaves con las que podían acceder a las viviendas. Además, se decomisó la ropa usada en algunos asaltos este verano y se les identificó como «un grupo itinerante». En este caso, «iban a hacer la campaña».

Llegaron a la Costa del Sol a finales de julio o a principios de agosto y comenzaron sus robos en Algeciras, tras varios asaltos en la provincia de Cádiz comenzaron a actuar en Málaga. En ese momento, llegó un cruce de datos que permitió arrestarlas, pero es una de las estrategias, robar en varios puntos, dependientes de varias comisarías o de varios cuerpos, para dificultar los cruces de datos y que las autoridades puedan seguir el rastro.

«Nosotros le truncamos en ese sentido la estrategia. Su permanencia en la costa de Andalucía sí podía ser perfectamente de 15 ó 20 días para luego irse a otro lugar. No llegaron porque las detuvimos, pero podrían haberse quedado aquí perfectamente, si no hubieran sido detectadas, y al acabar ese período de tiempo irse a otro lugar para seguir cometiendo robos», añade uno de los inspectores de Atracos de la Comisaría Provincial de Málaga, que reseña que mientras se hacen las pesquisas han cambiado de destino.

Un período que está estudiado. «Es el tiempo que se va en autorizar el rastreo, lograr identificar a los sospechosos, a los que ha habido que detectar, localizar el coche... Lo normal es que, en medio de todo eso, ellas hayan cogido y se hayan ido a otro lugar, que puede ser otro país con otra zona turística donde seguir cometiendo robos otros 15 ó 20 días, para saltar luego a otro lugar», añade el inspector.

Y con esa periodicidad se han detectado grupos dedicados a los robos de coches, pero sobre todo las 'paranzas' de Nápoles que trabajan sustrayendo los relojes de lujo en zonas como Marbella, donde la Policía Nacional tiene un grupo especializado contra este tipo de robos: equipo rolex. Hace unos meses, agentes españoles entraron en las casas de esta ciudad italiana junto con un grupo de varios países para detener a los mayores expertos en este tipo de crímenes.

En España, se les situaba por cortos períodos en Madrid, Barcelona, Marbella, Ibiza y Palma de Mallorca. Allí, localizaban víctimas que portaban un reloj que podía costar más de 15.000, 20.000 ó 100.000 euros y se los quitaban. Las marcas que más centraban sus objetivos eran Rolex, Audemars Piguet, Patek Philippe y Richard Mille.

En este caso actúan en períodos más cortos de tiempo, no suelen pasar de una semana, puesto que la mercancía «les quema» por ser joyas con números de serie y fáciles de identificar, además algunas hasta están aseguradas. Lo normal es que en ese tiempo hagan una media de tres robos antes de volver para cobrar la pieza.