Málaga quiere celebrar su Festival de Cine durante la última semana de agosto

Así lo ha confirmado a ABC el director del Festival, Juan Antonio Vigar , que considera que su desarrollo en esas fechas «si la evolución es la que todos deseamos», es más que posible.

Para ello, su equipo se encuentra inmerso en la elaboración de un plan director que tendrá que ser aprobado por el consejo de administración del certamen, que preside el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre .

Este plan director se encargará de desarrollar el nuevo formato con que necesariamente se realizará el concurso cinematográfico. Lógicamente se trabaja en el diseño de un festival completamente distinto al que los malagueños están acostumbrados a ver.

Las exigencias de la «nueva normalidad» , en el deseable caso de que llegue, obligarán a adopta r nuevos protocolos en cuanto a los aforos de los recintos, que serán los mismos que ya estaban previstos.

El plan tendrá que recoger aspectos hasta ahora desconocidos como la separación entre público para permitir la distancia social que evite posibles contagios o la desinfectación de cada espacio en el momento en que termine cada una de las actividades que se celebren.

Por supuesto, se prevé suprimir del todo cualquiera de los frecuentes actos que entrañaban aglomeraciones de personas o cualquier tipo de relación directa del público con los protagonistas del certamen. No habrá encuentros con el público ni fiestas, aunque sí se quieren mantener las galas de apertura y clausura.

Se eliminará la tradicional alfombra roja con que el público seguía la llegada de los artistas a las proyecciones de las películas en competición en el teatro Cervantes . En definitiva, se trata de abandonar la faceta de lo que Vigar denomina el «evento social» que ya constituía el certamen, con múltiples secciones y actos que tenían lugar incluso en la propia calle de cara al público. «Desde el criterio de la máxima responsabilidad, hemos de hacer todo lo posible para minimizar riesgos », enfatiza a ABC.

Por ello, la organización trabaja en un festival «centrado en el cine» . Ya se está en conversaciones con distribuidores y productores y se cuenta con la expectativa de que un buen número de las películas que se habían anunciado para marzo puedan estar presentes durante el inusitado ciclo agostí , que será tres días más corto de lo habitual.

El hecho de que días después de que se cancelara el festival malagueño se cerraran todas las salas de cine ha «ayudado» a Málaga, en donde no pueden concursar filmes que ya hayan sido estrenados ante el público.

La cancelación del festival malagueño en sus fechas habituales se conoció el pasado 10 de marzo. Fue el primer aldabonazo serio en Málaga de que la crisis del coronavirus cambiaría las vidas de sus ciudadanos, pues se decidió posponerlo incluso antes de que llegara el estado de alarma.

La repercusión económica para la ciudad del certamen no deja lugar a dudas de su importancia. Sólo el año pasado, los gastos directos supusieron para la ciudad casi 1,6 millones de euros y el Festival generó más de un centenar de empleos directos de personal eventual, la contratación de 150 empresas malagueñas, y otros tantos colaboradores locales.