La Junta de Andalucía sigue sin comulgar con una tasa turística que ya reclama hasta Sevilla

El discurso no parece ir atado a la ideología. Este pasado jueves, el propio alcalde popular de Sevilla, José Luis Sanz, se mostró proclive a instaurar el impuesto, que según su previsión «llegaría a todos los rincones de la ciudad con un porcentaje destinado a obras en los barrios». De hecho, el Consistorio hispalense va a aprobar una tasa 'de eventos' aparejada a licencias ocasionales, con la que, por ejemplo, «pagar horas extra de policías locales los fin de semanas».

No es la primera vez que Sanz se significa a este respecto. Es más, durante un coloquio de la Cámara de Comercio de Sevilla al que también asistió Francisco de la Torre, quedó patente un cierto acercamiento de posturas por parte del alcalde malagueño.

Cabe destacar que el eje de la Costa del Sol siempre ha sido el más reticente a la entrada en vigor del gravamen. El propio De la Torre explicó un par de meses después del encuentro con Sanz que el tema debía ser una «discusión nacional», alejando así la presión sobre la Junta de Andalucía.

En la misma línea, pero con matices, se posiciona el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado —también del PP—, que aseguró a principios de abril que «o ponemos la tasa turística o hay una financiación extraordinaria a estos municipios por ese exceso de gastos que tienen durante el verano».

En aquella misma intervención, Salado expresó la paradoja de otros tantos dirigentes: «no estoy de acuerdo con la tasa turística como presidente de la Diputación, creo que hace menos competitivo a tu destino, lo encarece y con los precios que están subiendo es un riesgo. Pero, como alcalde del litoral, pues sí estoy» —es regidor de Rincón de la Victoria—.

Desde el equipo que lidera Arturo Bernal se mantienen firmes en que el gravamen no ha solucionado ninguno de los problemas que existían en otras ciudades más allá de las fronteras andaluzas en las que sí se ha implantado. «Barcelona ya ha subido a 15 euros y la situación es la misma», explican.

En ese sentido, entienden que el problema es estructural, de inyección económica, y que la tasa no va a marcar ninguna diferencia. «No hay soluciones fáciles para problemas complejos. La base de este tema es que los ayuntamientos están mal financiados, y en eso estamos todos acuerdos», añaden desde la Consejería.

Por ello, y pese a las constantes peticiones de los distintos ayuntamientos de reconsiderar el impuesto al turismo, la Junta confía reconducir la situación a través del Observatorio de Sostenibilidad Turística Local, que avanza por su segundo año de trabajo, en el que desarrollará pruebas piloto en municipios de todos los rincones de Andalucía para medir el volumen e impacto de los visitantes y poder dotar a los gobiernos locales, de manera individualizada, de herramientas para una mejor gestión de los flujos del turismo y de la capacidad de acogida.

En su desarrollo participan al mismo nivel la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y la Confederación de Empresarios de Andalucía.